Tras los ataques terroristas a dos mezquitas en Nueva Zelanda, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, promete reformar las leyes sobre armas de fuego.

Jacinda Ardern
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, habla en una rueda de prensa, 16 de marzo de 2019.
"Puedo decirles una cosa ahora mismo. Nuestras leyes de armas cambiarán", ha afirmado este sábado Ardern en una conferencia de prensa.

Hasta ahora, de acuerdo con la ley nacional, cualquier persona mayor de 16 años con una licencia de armas de nivel básico puede poseer cualquier número de rifles y escopetas sin un registro oficial.

"Ahora es el momento del cambio", ha señalado, antes de agregar que el responsable de los atentados tenía licencia de armas y utilizó cinco durante el ataque, ha informado el diario local New Zealand Herald.

Brenton Tarrant, de 28 años, entró en una mezquita en la ciudad de Christchurch, en la isla Sur, y abrió fuego contra los fieles, filmando y transmitiendo en vivo la matanza en las redes sociales.

Después de liquidar a 41 personas allí, condujo hacia otra mezquita y continuó con la masacre, asesinando a otras siete personas. Al parecer, una persona gravemente herida pereció en un hospital.

La premier ha informado que la Policía había recuperado dos armas semiautomáticas, dos escopetas y un arma de acción de palanca. El hombre acusado de los asesinatos tenía una licencia de armas de categoría A, lo que significa que pudo comprar legalmente las armas que usó, dijo.

La Policía ha confirmado la detención de cuatro personas, tres hombres y una mujer. Uno de los detenidos es un hombre de ciudadanía australiana que comparecerá este mismo sábado ante un tribunal.

Los ataques provocaron una condena internacional, lo que llevó a los líderes de todo el mundo a expresar su pesar y disgusto al respecto, incluso algunos deploraron la 'demonización de los musulmanes'.

El presidente iraní, Hasan Rohani, dijo en un mensaje que el tiroteo masivo puso de relieve una vez más la necesidad de una lucha internacional contra la islamofobia, alimentada por ciertos gobiernos occidentales.