Región más afectada es la parte alta de Cartago, en productos como cebolla, papa, zanahoria y frijoles, según funcionarios del MAG. Bananeros temen baja de 15% en exportaciones por impacto en el Caribe.
horticulture in the upper area of ​​Cartago is one of the most affected areas with the absence of rain.
© Rafael PachecoLa horticultura en la zona alta de Cartago es una de las áreas más afectadas con la ausencia de lluvias. En Tierra Blanca de Cartago, Carlos Gómez Madrigal esperaba estar cosechando este corte de cebollas para este tiempo, pero se tuvo que resignar a verlas con menos de 25% de su tamaño.
La sequía causada por la ausencia de lluvias desde el mes de octubre derivó en la pérdida de hasta el 50% de las cosechas esperadas en cultivos como cebolla, papa, zanahoria y frijoles, en la zona alta de Cartago, mientras la ganadería comienza a bajar rendimientos en regiones como la Brunca (sur), según funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

En otras zonas ya se comienzan a sentir los problemas en áreas de cultivo que incluso tienen irrigación, por la baja en las fuentes naturales de agua. Tal es el caso de Llano Grande de Cartago, donde las fuentes de agua superficiales (ríos y quebradas) se están quedando sin el líquido e impactarán en siembras de fresa, cebolla, flores y en ganadería de leche.

En la región Caribe, donde se esperaba un incremento de las lluvias, como es usual con la presencia de El Niño, los productores y autoridades fueron sorprendidos con un "déficit hídrico". La zona más afectada es el Caribe sur y particularmente Valle de la Estrella y Sixaola, donde el déficit es del 85% respecto al promedio histórico de esta época, señaló el director regional del MAG, Nelson Kooper.

El cultivo que es severamente afectado en esta última zona es el plátano. Habrá menos cantidad de racimos y los que quedan son de menor tamaño y con cada unidad más pequeña que lo usual. Kooper estima que en los próximos meses habrá problemas con el abastecimiento de este producto.

También se ha presentado el efecto en el cultivo bananero. Jorge Sauma, gerente general de la Corporación Bananera Nacional (Corbana) explicó que el déficit hídrico provocó una caída estimada en el 15% en enero, en la exportación de esta fruta, el primer producto de exportación de Costa Rica.

Al consultarle acerca del impacto para todo este año, Sauma dijo que es aún muy prematuro, pero considerando los problemas ocasionados por la escama (insecto que prolifera con la sequía) y la reducción de precipitación, y una mala distribución de esta, se esperaría una reducción sensible, estimada en 15% o más.

Pese a reconocer el impacto de la sequía en varios cultivos, el director del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en la región Central Oriental (Cartago y Los Santos), Francisco Flores, advirtió que sería irresponsable concluir que la situación afectará la oferta y los precios en las próximas semanas.
"Decir en este momento que eso va a afectar la oferta es irresponsable, pero sí hay afectación y nosotros estamos trabajando con los que no tenían acceso a reservorios de agua u otras fuentes", detalló Flores.
Por su lado, el director del MAG en la región Brunca (sur), Róger Montero, explicó que productores de frijol bajaron hasta en 50% sus rendimientos, y teme por los cultivos y porquerizas (cerdo) en lo que se denomina la franja o fila brunqueña.

Ese corredor de más altitud que otras zonas se inicia en Pérez Zeledón, pasa por Platanares de ese cantón, sigue por Concepción de Pilas de Buenos Aires y toca algún territorio de Coto Brus. Por toda esa franja se encuentran ganadería, granos básicos (frijol y maíz), café y porquerizas. Ahí las quebradas y ríos prácticamente están secos, según Montero.

En Guanacaste, una zona tradicionalmente muy golpeada con los pasos de El Niño, la situación todavía no es crítica, pues los ganaderos y agricultores aprendieron a prepararse contra la situación, coincidieron en declaraciones por separado el ingeniero regente de la Cámara de Ganaderos de Liberia, Luis Arrieta, y la asistente del viceministro del MAG y encargada del tema climático, Mercedes Flores.
Rafael Pacheco
© Rafael PachecoLa cebolla en la finca de Carlos Gómez Madrigal, en Tierra Blanca de Cartago, alcanzó quizá el 25% del tamaño esperado. La sequía afectó papa, cebolla, zanahoria, frijol y otros cultivos. Lo acompañó la ingeniera agrónoma de la Agencia de Extensión Agropecuaria de Tierra Blanca, Wendy Pereira Camacho.
El jefe de la agencia del MAG en Tierra Blanca, parte alta de Cartago, Jairo González Zúñiga, informó de que inicialmente hicieron una encuesta con 25 productores de la zona y en algunos casos los rendimientos bajaron más del 50% de lo esperado.

Agregó que los efectos se dan especialmente en papa, cebolla, un poco de zanahoria y frijol.

La sequía del verano en esta zona productora se acentuó en esta ocasión por la formación del fenómeno climático El Niño. González dijo que en la zona de influencia de su trabajo no hay presencia de lluvias desde el año pasado.

Mariam Zúñiga, jefa de la oficina del MAG en Llano Grande de Cartago, manifestó que en su zona de influencia la mayoría de productores se han preparado y cuentan con irrigación. Pero el problema, agregó, es que las fuentes de agua superficiales ya están casi secas, por lo cual cultivos de flores y fresa especialmente entrarán en problemas.

Mientras tanto, Héctor Cordero, jefe del MAG en el cantón de Alvarado (Pacayas), aseguró que hay bastante afectación en la zona, pero en especial, en comunidades específicas por la variedad de microclimas. Uno de ellos es el asentamiento campesino de El Tigre, a unos tres kilómetros de San Rafael de Oreamuno, Cartago, donde nueve productores calculan pérdidas de hasta el 90%.

Rubén Loaiza, uno de los productores de ese asentamiento, explicó que se perdió uchuva, chile dulce, chile picante, hortalizas como lechuga, culantro y espinaca.

En las diferentes regiones se coincidió en que hay un impacto, aún no cuantificado, en lechería y ganado de carne, pues la disponibilidad de pastos se vio afectada y algunas fincas debieron acudir a traer pacas de ese material y otros suplementos forrajeros, como maíz, desde otras zonas.