
"El año pasado, Pekín lanzó 38 cohetes a la órbita mientras nosotros lanzamos 17", añade el secretario, destacando que el aumento de actividad de otros países en este sector presenta un problema para EE.UU., cuyo margen de dominio "está disminuyendo rápidamente", aunque "todavía tiene ventaja".
Paralelamente, "la industria espacial está experimentando una transición sísmica impulsada por la disminución de los costos de lanzamiento, la innovación del sector privado y la convergencia de las aplicaciones militares y comerciales de las tecnologías espaciales", detalla. En este sentido, el secretario de Defensa en funciones de EE.UU. subraya la necesidad de cambiar la estrategia espacial estadounidense.
El cosmos como "campo de batalla"
En marzo del año pasado el presidente de EE.UU. propuso la creación de una Fuerza Espacial en su país, en línea con su estrategia nacional, que contempla el espacio como un "campo de batalla, al igual que la tierra, el aire y el mar". Por su parte, en agosto el vicepresidente Mike Pence precisó que EE.UU. formará en 2020 la nueva rama militar para "perseguir la paz en el espacio", al igual que lo hace en la Tierra y "llevar los ideales estadounidenses a la extensión sin límites del espacio".
En febrero, el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó el memorando sobre la creación de la Fuerza Espacial de EE.UU.
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