Un equipo de científicos rusos concluyó que los rayos cósmicos podrían influir positivamente sobre las capacidades de aprendizaje de los astronautas en las misiones interplanetarias, informó el servicio de prensa de la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov.
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"La radiación ionizante produce una profunda remodelación del tejido nervioso, resulta que tiene un efecto positivo sobre el sistema nervioso central", comenta Víctor Cojan, investigador principal del laboratorio de psicofarmacología del Centro Médico Nacional de Psiquiatría y Narcología Vladímir Serbski.

En un estudio comparativo en laboratorio, un grupo de ratas fue expuesto a la radiación de partículas cargadas (de hierro y níquel) y rayos gamma, mientras que al otro grupo no se le aplicó la radiación.

Las dosis de radiación que recibieron los animales eran equivalentes a las que podrían afectar a los astronautas en una misión de 860 días.

Los roedores fueron sometidos a una serie de pruebas cognitivas y se les realizó una resonancia magnética del cerebro.
"Las ratas expuestas a la radiación mostraron mejores resultados en las pruebas de orientación en el espacio en comparación con los grupos de control", constataron los científicos.
El estudio demostró que las concentraciones de glutamato y ácido gamma-aminobutírico (GABA) son diferentes en las ratas expuestas a la radiación y las ratas a las que no se les aplicaron los rayos ionizantes.

Estas biomoléculas actúan como neurotransmisores, de manera que el glutamato acelera la actividad cerebral, mientras que el GABA la retarda.

En las ratas sometidas a la radiación, el nivel de GABA fue más bajo, lo que causó excitación del sistema nervioso central.