A finales del 2010, los astrónomos notaron que un asteroide llamado Scheila se había iluminado de forma inesperada, e incluso llegó a exhibir una estela durante un corto periodo de tiempo. Dos estudios independientes han llegado a la misma conclusión: Todo apunta a que los cambios experimentados por Scheila se debieron a que el asteroide recibió el impacto de otro mucho más pequeño.

asteroide sheila
© NASA/Swift/DSS/D. Bodewits (UMD)El aspecto del Scheila
Los asteroides son cuerpos rocosos considerados como "material sobrante" de la formación del sistema solar hace aproximadamente 4.600 millones de años, y de su evolución inicial.

Millones orbitan alrededor del Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter, en el cinturón principal de asteroides. Scheila tiene aproximadamente un centenar de kilómetros de diámetro medio y completa una vuelta alrededor del Sol cada cinco años.

Un equipo de científicos dirigido desde la Universidad de Maryland, incluyendo a Dennis Bodewits y Michael Kelley, estudió los penachos de material desprendido del asteroide, utilizando para ello el satélite Swift de la NASA.

Un equipo diferente, encabezado por David Jewitt y otros especialistas de la Universidad de California en Los Ángeles, usó el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para estudiar la explosión.

Los datos de los dos estudios permiten deducir que el asteroide pequeño, de unos 30 metros de diámetro y que era desconocido, impactó a una velocidad de casi 18.000 kilómetros por hora contra la superficie de Scheila, en un ángulo de menos de 30 grados, dejando un cráter de unos 300 metros de diámetro. Los investigadores estiman que el choque expulsó más de 660.000 toneladas de polvo.


La nube de polvo alrededor de Scheila podría ser 10.000 veces más masiva que la expulsada del cometa Tempel 1 durante la misión Deep Impact (Impacto Profundo) de la NASA, que, como su nombre sugiere, consistió en hacer impactar a una velocidad de 10,2 kilómetros por segundo un proyectil de unos 370 kilogramos de peso contra el cometa, para poder estudiar los efectos y deducir características físicas y químicas del astro. La energía del impacto fue como la de una pequeña bomba atómica de casi 5 kilotones. En aquel experimento también participó de forma destacada la Universidad de Maryland.