Irán no es un país terrorista ni quiere una guerra contra EEUU, dijo el embajador de la nación persa en Colombia, Mohammad Ali Ziae.
Iran guardia revolucionaria
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"Irán es anti-Estados Unidos, pero eso no significa que sea terrorista", dijo el diplomático en diálogo con la emisora Blu Radio.

En la madrugada de este 8 de enero Irán lanzó ataques con misiles contra dos bases en Irak usadas por tropas estadounidenses, en una respuesta al asesinato por parte de EEUU de su líder militar Qasem Soleimaní, ejecutado el 3 de enero.

Según el embajador, el general Soleimaní "era un hombre moral, un hombre del corazón para la gente de la región", y consideró que su muerte obedeció a que desarrollaba "muy importantes misiones" en la región para combatir el terrorismo.
"Él [Soleimaní] era un elemento que garantizaba estabilidad en la región; él era conocido como el general de la paz, diferente a otros generales, que son para la guerra... por esa razón creo que se dio su asesinato, para que no pudiera completar su misión", señaló.

El diplomático reiteró que su país no quiere entrar en guerra con EEUU ni con el resto de las naciones de Oriente Medio.
"Nosotros buscamos la paz y una relación justa entre los países de la región", afirmó Ali Ziae.
Respecto del bombardeo de esta madrugada a las bases militares en Irak, el embajador consideró que se trató de "una justa respuesta al ataque" de las fuerzas estadounidenses contra Soleimaní, y dijo que confía en que dicho bombardeo "sea el primero y último, pero eso depende de Estados Unidos".

El presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó este 8 de enero que no hubo muertos en el bombardeo.

El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que asumió la autoría de los ataques, advirtió que se trata de una respuesta al asesinato del general Soleimaní y amenazó con más represalias en el marco de lo que bautizó como Operación mártir Soleimaní.

Irán indicó en un comunicado que lanzó 22 misiles balísticos contra las bases iraquíes de Ain al Assad (oeste de Irak) y de Erbil (norte) como respuesta a la muerte de Soleimaní.