Los diálogos de paz de Libia quedan patas arriba después del ataque con cohetes a la capital Trípoli, del día martes, por las fuerzas leales a Haftar.
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Este miércoles, el premier del Gobierno internacionalmente reconocido de Libia, Fayez al-Sarraj, al condenar los ataques del martes en Trípoli, dijo que ya está harto de la inacción de la comunidad internacional respecto al conflicto y la falta de voluntad para que las iniciativas de paz den resultados.

Ante esta situación, el portavoz del jefe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Farhan Haq, condenó el ataque, pidiendo que las partes no dejen la mesa de negociaciones.

El Gobierno de Al-Sarraj acusa a los aliados del mariscal Jalifa Haftar: Rusia, Egipto, Arabia Saudí y Emriatos Árabes Unidos (EAU), de escalar la tensión al violar el embargo de armas. En este sentido, este miércoles, los ministros de Exteriores de Alemania y Austria, Heiko Maas ySebastian Kurz, respectivamente, salieron a decir que están intentando bloquear la entrada de armas a Libia.

Sea buena o no la toma de esta decisión, lo cierto es que como se ve en el mapa, el conflicto interno libio ha causado que el mariscal Haftar tomara el control de casi la integridad del país, y mientras escalan las tensiones, esto podría ser intensificado, mientras Al-Sarraj se acerca más a Turquía y Qatar, permitiendo el despliegue de fuerzas turcas en el país. Así una solución al problema se avizora mucho más lejos de lo alcanzable.