China, a través de su Cancillería, afirma que no se dejará convencer por Estados Unidos para abandonar sus cooperaciones con Venezuela y remarca que las continuará.
Geng Shuang
El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, durante una rueda de prensa en Pekín, la capital.
El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, ha hecho estas declaraciones hoy miércoles, poco después de que el enviado especial de Washington para Venezuela, Elliott Abrams, haya informado de los intentos de EE.UU. para convencer a China de no comprar más el petróleo venezolano.

"Independientemente de los cambios en Venezuela, la cooperación chino-venezolana continuará desarrollándose", ha enfatizado el vocero chino y destacado que las cooperaciones entre los dos países son "legales y resultan beneficiosas para los pueblos de ambos países, y como tal deben ser respetadas y protegidas".

Geng también ha instado a Washington a apoyar el retorno de Caracas a una vía normal de desarrollo. "Esperamos que Estados Unidos tome conciencia de los hechos, deje de abusar con las sanciones y otras medidas coercitivas", ha sostenido.

Asimismo, la Cancillería china ha vuelto a expresar su rechazo a las recientes sanciones de EE.UU. contra la petrolera estatal rusa Rosneft por hacer comercio con Venezuela. "Nos oponemos a cualquier interferencia en los asuntos internos de otros países, así como estamos en contra de las sanciones unilaterales y la jurisdicción extraterritorial", ha manifestado.

El martes, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, impuso sanciones a Rosneft y a Didier Casimiro, uno de sus directores, por su colaboración con Venezuela, en particular, por suministrar petróleo venezolano a los mercados extranjeros.

Al respecto, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, repudió la nueva medida rectrictiva de EE.UU. y aseguró que probará la naturaleza criminal de todos los embargos ante la Corte Penal Internacional (CPI).

De acuerdo a las autoridades venezolanas, desde 2017, EE.UU. ha impuesto más de 150 sanciones contra el país bolivariano con el fin de provocar la caída del Gobierno legítimo. El caso más reciente fue la sanción del pasado 7 de febrero contra la aerolínea estatal Conviasa.