El Gobierno belga acaba de anunciar que asume las competencias de las regiones en materia de salud pública debido a la progresión de la epidemia de coronavirus y que ha decidido anular todas las actividades públicas deportivas, recreativas o culturales y el cierre de todos los restaurantes, cafeterías y discotecas. Los colegios cerrarán también, al menos hasta después de Semana Santa, el 3 de abril.
Lógico: Bélgica quita las competencias a las regiones y cierra la hostelería
© EFEVarios turistas en Bruselas
La primera ministra en funciones, Sphie Wilmès, convocó a última hora de la tarde un consejo de seguridad nacional al que invitó a los ministros-presidentes de las regiones, la flamenca, la walona y la de habla alemana, para comunicarles su decisión de pasar a una fase «reforzada» del actual nivel de alerta.

Las discusiones en el seno del Consejo de Seguridad Nacional han durado horas, sobre todo a costa de las discrepancias sobre la conveniencia o no de cerrar los colegios. Los dirigentes flamencos no eran partidarios de esta medida extrema. La primera ministra ha decidido que aunque se hayan suspendido las clases, el personal de los propios colegios y otros agentes públicos se encargarán de cuidar y mantener aislados a los hijos de quienes no tienen una solución alternativa, como los trabajadores sanitarios. El Gobierno belga no quiere que esta medida ponga en peligro a los abuelos, que son una población de riesgo. Las empresas que puedan hacerlo han sido alentadas a fomentar el teletrabajo.

Ayer Bruselas conoció la mayor bajada de las cotizaciones de la bolsa en su historia. La Iglesia ya había suspendido todas las misas. Bélgica ha registrado 314 enfermos que proporcionalmente corresponde aún a la mitad de casos que en España.