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© DesconocidoLa Estación Nuclear Fort Calhoun, en Nebraska, continúa bajo observación, tras colapsar uno de los bordes que la protege, a causa del desbordamiento del río Missouri.
Esa planta, cerrada en abril para ser reabastecida de combustible, se mantuvo fuera de operaciones ante los pronósticos de inundaciones. Aunque la caía del borde no afectó el enfriamiento del reactor clausurado o el enfriamiento del estanque de combustible gastado, se cortó el suministro de electricidad, explicó la Comisión Regulatoria Nuclear de Estados Unidos.

Víctor Dricks, vocero de la NCR, dijo que la planta es segura y que no se espera que el río crezca más allá del nivel para el que fue diseñada la central (1014 metros sobre el nivel del mar).

Nebraska, situado en la región de las Grandes Llanuras, en el Medio Oeste del país, también mantiene en alerta al reactor Cooper Station, amenazado igualmente por la riada del Missouri.

Las inundaciones son siempre un riesgo potencial para los reactores nucleares, pero la amenaza tiene un perfil más alto últimamente, a causa del tsunami que afectó a los reactores de Fukushima Daiichi en el noreste de Japón, en marzo, recordó el diario The New York Times.

Mientras, en Dakota del Norte, fronterizo con Canadá, se reportó la crecida del río Souris, que obligó a las autoridades a la evacuación de centenares de personas en Sawyer, después de quedar miles de casas sumergidas.

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias ha prometido ayuda a las víctimas de las inundaciones, mientras casi 900 miembros de la Guardia Nacional laboran en la zona en tareas como la construcción de diques de contención.