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El Ejército filipino ha elevado la cifra de muertos por las inundaciones hasta las 25 personas después de que los equipos de emergencia descubriesen nuevos cuerpos en la región sur del país.

Un portavoz del Ejército, el teniente coronel Leopoldo Galon, informó de que 15 personas siguen desparecidas por las inundaciones. "Nuestros soldados están descubriendo más cuerpos a medida que limpiamos las zonas afectadas", explicó a los periodistas. "Muchas personas fueron arrastradas mientras dormían debido a la rápida crecida de las aguas", indicó. Quince de las víctimas son niños, añadió.

El Consejo Nacional para la Gestión y la Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés) informó de que el agua había crecido tres metros en solo tres horas de lluvia. Alrededor de 10.000 familias han sido trasladadas a zonas más altas.

La alcaldesa de Davao, la ciudad más afectada, Sara Duterte, aseguró que era la primera vez que la localidad se veía afectada por unas inundaciones de tal magnitud. "La inundación repentina llegó a hurtadillas, pasó en pocas horas y ahora tenemos un tiempo soleado", explicó.

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