Las fuertes tormentas registradas en las últimas horas han dejado grandes acumulados de lluvia y granizo, causado desperfectos en diversos puntos de la Península Ibérica. La borrasca que las está generando se quedará con nosotros al menos hasta el fin de semana.
Imagen de un calle junto al paseo marítimo de Jávea (Alicante)
© Natxo Francés / EFEImagen de un calle junto al paseo marítimo de Jávea (Alicante)
Una borrasca fría aislada (BFA) es la responsable del episodio inestable que estamos teniendo en la Península Ibérica estos días. Ahora mismo se encuentra al sur de Portugal y en las próximas horas se desplazará muy lentamente hacia el noroeste, adentrándose poco a poco en el Atlántico a lo largo del fin de semana. Por el camino está dejando condiciones de tiempo severo que durante la tarde y noche de este miércoles se han dejado notar en amplias zonas, especialmente en puntos de la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía.


Se han producido inundaciones importantes, como la que sorprendía ayer por la tarde en Ribera del Fresno (Badajoz). La posición de la borrasca está favoreciendo la entrada de vientos de sureste con recorrido sobre el Mar Mediterráneo, aún bastante templado y capaz de cargar a las masas de aire con un alto contenido en humedad. En altura, el aire frío proporciona inestabilidad y los procesos dinámicos de la borrasca disparan la convección generando tormentas intensas. La cizalladura y el disparo de la orografía están dando lugar además a tormentas organizadas en lo que se conoce como trenes convectivos, estructuras muy conocidas por provocar graves inundaciones.



Un tren convectivo es el nombre que recibe una tormenta que se regenera constantemente en el mismo sitio
. Se trata de un sistema multicelular en el que varias células tormentosas completan su ciclo de vida en una misma zona, regenerándose de forma cíclica y dando la impresión al observador de que se trata de una única tormenta estacionaria inmóvil y de gran intensidad.

Es lo que sucedía esta noche en el entorno del Cabo de la Nao, dejando acumulados de precipitación superiores a los 130 litros por metro cuadrado en Denia. Además se han producido más estructuras tormentosas de este tipo en puntos del litoral andaluz, tanto del Mediterráneo como del Atlántico, afectando especialmente las costas de Málaga y Cádiz, donde este jueves se están produciendo las tormentas más intensas.
Poco a poco estas precipitaciones se desplazarán a la vertiente Atlántica a medida que la borrasca se adentre en el océano y suba de latitud. Además las lluvias vendrán acompañadas de vientos puntualmente fuertes, que en zonas altas del interior podrían dejar rachas de hasta 80 km/h.