La comunidad es una de las más afectadas del país por este fenómeno, que es el primer causante de incendios no intencionados. Teruel es la provincia con mayor número de rayos por kilómetro cuadrado de España.

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© J. C. LEóNLas ciudades están bien protegidas con pararrayos
Las tormentas de verano que ya se dejaron ver la semana pasada traen consigo un peligroso compañero de viaje. Aragón es una de las regiones más afectada por la caída de rayos de todo el país. De hecho, Teruel ostenta el récord de impactos por kilómetro cuadrado a nivel nacional.

Según los expertos de la Agencia Estatal de Meteorología, en un solo día se pueden registrar hasta 10.000 rayos en territorio aragonés. El jefe del grupo de Predicción y Vigilancia de Zaragoza de la AEMET, Gerardo Sanz, asegura que incluso se puede superar esta cifra. «Aragón es una de las zonas con mayor número de tormentas de España, y posiblemente de Europa», indica.

Se trata de un fenómeno tan espectacular como peligroso. No en vano, se trata de la principal causa de incendios no intencionados en la península. Para controlar sus posibles afecciones, existen en la actualidad sistemas de seguimiento, que permiten localizar la caída de un rayo con una precisión de un kilómetro a la redonda.

«Se trata de una red que mide el campo eléctrico y que ubica la señal por el sistema GPS», apunta Sanz. De esta forma se mide la intensidad, la polaridad y otro tipo de aspectos, que arrojan un mapa de descargas eléctricas muy valioso.

Con él se puede entre otras cosas, certificar, si alguien así lo precisa -frente, por ejemplo, un seguro de accidentes-, que un rayo ha impactado en un determinado lugar. Además, el servicio de Predicción analiza la evolución de las tormentas, lo que permite avisar a los aeródromos de las zonas afectadas para que tengan presente esta circunstancia a la hora de realizar sus vuelos y operaciones.

Las ciudades, lugar seguro

Cada año, alrededor de 400 personas reciben el impacto de un rayo, y de ellas, cerca de 70 fallecen por la descarga. Hay que tener en cuenta que un solo relámpago puede contener hasta 15 millones de voltios.

Según los expertos, dentro de las urbes no existe un peligro patente, ya que están dotados de numerosos pararrayos. Sin embargo, en las zonas de campo abierto, y sobre todo en las de montaña, hay que seguir una serie de consejos cuando se desata una tormenta con descargas eléctricas.

Ante todo hay que desprenderse de los objetos metálicos y evitar refugiarse bajo árboles o elementos en punta, así como las áreas desprotegidas o incluso paradas de autobús. También es peligros acercarse a cursos de agua o tener la ropa o el cuerpo mojados. Si no existe posibilidad de refugiarse, se recomienda encogerse de cuclillas.