Este sábado México ha sido testigo de una de las jornadas más sangrientas en la historia reciente del país: 41 personas murieron víctimas de la lucha encarnizada entre cárteles. El secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, aseguró que los asesinatos fueron cometidos por las bandas del Golfo y Los Zetas, que están combatiendo por el control de las rutas del narcotráfico.
11 personas fueron halladas muertas en el municipio de Valle de Chalco, en la periferia de Ciudad de México. En Monterrey, capital del norteño estado de Nuevo León, 20 personas murieron a tiros en el ataque a un bar. Luego en la ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila, encontraron 10 cuerpos decapitados. Entre los muertos hay tanto mujeres como hombres.
Según Poiré, el arrebato de violencia que envolvió a México en los últimos meses se debe a la agudización de la lucha por el control entre los narcocárteles, principalmente entre los del Golfo y Los Zetas. Pero destacó que "el crimen organizado no logrará intimidar a las autoridades que van a seguir tratando de abatir la narcomafia".
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