La presentadora de televisión noruega Linn Wiik ha proclamado que le "encantaría morir" a causa de la vacuna Covid-19 de AstraZeneca si su sacrificio ayudara a aliviar la preocupación pública por la inoculación y a ganar la guerra de la humanidad contra la pandemia.
Culto covidiano elitista,Periodista noruega,encantaría morir,vacuna,AstraZeneca,ganar,guerra contra el covid
© Linn Wiik TV 2
"Algunos deben ser sacrificados en la guerra contra la corona", escribió Wiik el lunes en un artículo de opinión para la TV 2 de Noruega. "Así es en todas las guerras. Esta vez, bien podría ser yo". Su titular decía sin tapujos:

"Me encantaría morir por la vacuna de AstraZeneca".

La dramática opinión de Wiik sobre la vacuna se produjo en medio de la creciente preocupación por los posibles efectos secundarios graves de la vacuna de AstraZeneca. El uso del producto ha sido suspendido o restringido en una docena de países europeos después de que algunos receptores sufrieran enfermedades graves tras recibir la vacuna.

En Noruega, un trabajador sanitario murió por una hemorragia cerebral y otros tres fueron hospitalizados con coágulos de sangre, aunque no hay pruebas sólidas de una relación, y una investigación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) está "en curso".

En Corea del Sur, las autoridades sanitarias han investigado 71 sospechas de reacciones adversas graves, incluidos dos casos mortales que siguen siendo objeto de revisión.

Pero Wiik dijo que incluso si se demuestra que los efectos secundarios potencialmente mortales están relacionados con la vacuna, la tomará de todos modos. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, dijo, y las vacunas son la única "salida de las trincheras" en la guerra contra el Covid-19. "Hay que sacrificar a alguien para que el resto esté seguro", añadió, señalando que las vacunas ofrecen grandes beneficios y riesgos per cápita "extremadamente bajos".


Comentario: Sin duda suena a un culto, y con sacrificios humanos incluidos.


Además, Wiik dijo que teme más los efectos secundarios de la pandemia que los de las vacunas. Noruega ha sido sometida a las medidas más "intrusivas desde la Segunda Guerra Mundial", y su población ha sufrido un aumento de la pérdida de empleo, de la soledad y de la exposición de niños y adolescentes a la violencia y los abusos en el hogar.