Traducido por el equipo de Sott.net en español

La principal corriente oceánica del Atlántico, a la que también pertenece la corriente del Golfo, puede haber ido perdiendo estabilidad en el transcurso del último siglo. Así lo demuestra un nuevo estudio publicado en
Nature Climate Change.
Atlantic Meridional Overturning Circulation,
© R.Curry, Woods Hole Oceanographic Institution/Science/USGCRP
La Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico, o AMOC (Atlantic meridional overturning circulation), transporta masas de agua cálida desde los trópicos hacia el norte en la superficie del océano y agua fría hacia el sur en el fondo del océano, lo que es más relevante para las temperaturas relativamente suaves en Europa. Además, influye en los sistemas meteorológicos de todo el mundo. Por tanto, un posible colapso de este sistema de corrientes oceánicas podría tener graves consecuencias.

"El vuelco meridional del Atlántico es realmente uno de los sistemas de circulación clave de nuestro planeta", afirma el autor del estudio, Niklas Boers, del Potsdam Institute for Climate Impact Research, la Freie Universität de Berlín y la Exeter University. "Ya sabemos, a partir de algunas simulaciones por ordenador y de datos del pasado de la Tierra, los denominados registros proxy paleoclimáticos, que la AMOC puede mostrar -además del modo fuerte actual- un modo de funcionamiento alternativo, sustancialmente más débil. Esta biestabilidad implica que las transiciones bruscas entre los dos modos de circulación son, en principio, posibles."


La pérdida de estabilidad dinámica podría llevar al colapso

Ya se ha demostrado que la AMOC se encuentra actualmente en su punto más débil en más de 1000 años. Sin embargo, hasta ahora no se sabía si el debilitamiento observado correspondía a un cambio en el estado de la circulación media o si estaba asociado a una pérdida real de estabilidad dinámica. "La diferencia es crucial", dice Niklas Boers, "porque la pérdida de estabilidad dinámica implicaría que la AMOC se ha acercado a su umbral crítico, más allá del cual podría producirse una transición sustancial y, en la práctica, probablemente irreversible hacia el modo débil".

Desgraciadamente, no existen datos de observación a largo plazo de la fuerza de la AMOC, pero ésta deja las llamadas huellas dactilares en los patrones de temperatura y salinidad de la superficie del mar en el océano Atlántico. "Un análisis detallado de estas huellas en ocho índices independientes sugiere ahora que el debilitamiento de la AMOC durante el último siglo está probablemente asociado a una pérdida de estabilidad", afirma Boers. "Los resultados apoyan la evaluación de que el declive de la AMOC no es sólo una fluctuación o una respuesta lineal al aumento de las temperaturas, sino que probablemente significa la aproximación a un umbral crítico más allá del cual el sistema de circulación podría colapsar".

Además del calentamiento global, la afluencia de agua dulce es un factor que también está relacionado con el cambio climático

Es probable que una serie de factores sean importantes para el fenómeno, factores que se suman al efecto directo que el calentamiento del océano Atlántico tiene en su circulación. Entre ellos, la entrada de agua dulce procedente del deshielo de Groenlandia, el deshielo del mar, el aumento de las precipitaciones y la escorrentía de los ríos. El agua dulce es más ligera que la salada y reduce la tendencia del agua a hundirse desde la superficie hasta mayores profundidades, lo que constituye uno de los motores del vuelco.

"No habría esperado que las excesivas cantidades de agua dulce añadidas en el curso del último siglo produjeran ya una respuesta semejante en la circulación de vuelco", dice Boers. "Necesitamos urgentemente reconciliar nuestros modelos con las pruebas observacionales presentadas para evaluar lo lejos o lo cerca que está realmente el AMOC de su umbral crítico". Aunque hay que seguir investigando la relevancia respectiva de los distintos factores, todos están relacionados con el cambio climático de origen humano.

Referencia:

Niklas Boers (2021): Observation-based early-warning signals for a collapse of the Atlantic Meridional Overturning Circulation. Nature Climate Change. DOI: 10.1038/s41558-021-01097-4