El gobernador de Texas, Greg Abbott, solicitó que se elimine de inmediato todo contenido 'pornográfico u obsceno' del material educativo que reciben los alumnos en las escuelas del estado.
Greg Abbott
© Casino Connection/FlickrEl gobernador Greg Abbott (republicano de Texas) el 5 de noviembre de 2014.
La solicitud de Abbott fue realizada mediante un comunicado dirigido a las Juntas Escolares de Texas (TASB, por sus siglas en inglés), a quienes señaló como responsables de la protección de los niños y el contenido que deben recibir para su educación.

El gobernador advirtió que los TASB deben garantizar la transparencia sobre los materiales que se enseñan en el aula y se ofrecen en las bibliotecas escolares.

"Un número creciente de padres de estudiantes de Texas está cada vez más alarmado por algunos de los libros y otros contenidos que se encuentran en las bibliotecas de las escuelas públicas", escribió Abbott en una carta enviada a la Asociación de Juntas Escolares. "Los ejemplos más flagrantes incluyen imágenes y sustancias claramente pornográficas que no tienen cabida en el sistema de educación pública de Texas".

Abbott manifestó comprender la frustración de los padres asegurando que "están legítimamente enojados", agregando que tienen derecho a proteger a sus hijos del "contenido obsceno" que se está utilizando en las escuelas con la excusa de impartir una supuesta "educación sexual inclusiva".

La carta de Abbott sigue a que el representante estatal republicano Matt Krause, presidente del Comité de Investigación General de la Cámara de Representantes, solicitara a los distritos escolares públicos que informaran sobre la posesión de una lista de más de 840 libros.

La lista de 16 páginas incluye una gran cantidad de títulos promovidos por activistas de izquierda, promotores de la justicia social, racial y de la ideología de género. Algunos de estos libros son "Estampado desde el principio: la historia definitiva de las ideas racistas en Estados Unidos" y "Cómo ser un antirracista" de Ibram X Kendi, "El nuevo Jim Crow: Encarcelamiento masivo en la era del daltonismo" de Michelle Alexander, y libros sobre Black Lives Matter.

Muchos títulos de la lista se centran en la ideología transgénero, la identidad de género, homosexualidad, sexualidad adolescente, embarazo y aborto, todos estos son análisis realizados bajo concepciones liberales y extremadamente politizadas, generando la indignación de padres y sectores conservadores.

Muchos otros estados han sido afectados por situaciones similares en sus escuelas públicas. Tal fue el caso de Hudson, Ohio, donde el propio alcalde de la ciudad pidió en septiembre a los miembros de la junta escolar que renuncien o enfrenten posibles cargos criminales por aprobar material de lectura para los alumnos, cuyo contenido el alcalde calificó de "pornografía infantil".

Según lo que denunciaron los padres, el libro contenía indicaciones de escritura inapropiadas, como por ejemplo, pedía al estudiante que "escribiera una escena de sexo que no le mostraría a su mamá" y otro que decía que "reescriba la escena de sexo de arriba en una que dejaría leer a su mamá".

Otros mensajes pedían al estudiante que cree "un escenario de Disney con clasificación X", que escriba sobre "una habitación llena de personas que quieren dormir juntas", e incluso había indicaciones que hablaban sobre el asesinato, el uso de drogas y el suicidio.

Otro libro destinado a niños menores de 13 años recientemente publicado, tiene como objetivo normalizar el aborto como "otro resultado posible del embarazo". El polémico libro, además de poder conseguirse en librerías, será ofrecido en las clínicas de aborto y bibliotecas públicas de todo el país en los próximos meses.

La solicitud del gobernador de Texas por el momento no fue acompañada de alguna iniciativa legal que acompañe el pedido, pero en principio busca poner presión y posicionarse del lado de la gran cantidad de padres que están luchando contra el "adoctrinamiento" de sus hijos en las escuelas públicas.