La incidencia acumulada alcanza los 511 casos, por encima del riesgo extremo en el nuevo 'semáforo'. "Debería haberse reducido la movilidad en el Puente".
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© Alberto Di Lolli
«Cuando uso una palabra, significa lo que yo elija que signifique», dice Humpty Dumpty en Al otro lado del espejo, secuela de Alicia en el País de las Maravillas. El semáforo Covid se renovó en noviembre y el máximo nivel de riesgo pasó de los 250 casos de incidencia acumulada a los 500. Cambió entonces el uso de las palabras, pero no así la realidad: España superó el 7 de diciembre los 250 puntos, y ayer rebasó los 500. Sólo ha habido que esperar 10 días para llamar a las cosas por su nombre: estamos en riesgo extremo.


Comentario: Las élites y sus mucamos políticos y corporativos no dejan pasar un día sin inyectar terrorismo sanitario a los gobernados. Propaganda de porno-terror para aborregar cada vez más a los gobernados.


La sexta ola se ha desatado y ya arroja cifras de contagios que triplican a las del año pasado en estas mismas fechas. El 17 de diciembre de 2020 se informó de 5.763 casos diagnosticados el día previo. Ayer, ese dato ascendía a 18.773. Pese al gran beneficio de las vacunas, la situación de los hospitales también comienza a complicarse: hay 6.667 personas ingresadas en España por Covid, de las que 1.306 están en UCI. Hace un año, sin vacunas, eran 11.336 y 1.955. ¿Estamos mejor? Sí. ¿Estamos bien? No.

«De seguir esta situación y si no se adoptan nuevas medidas para atajarla, existe una alta probabilidad de volver a enfrentarnos a situaciones asistenciales tan graves como las vividas en otras oleadas anteriores de esta pandemia», alertó ayer la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). «Sabemos de siempre que, cuando se incrementan los contagios, se incrementan los ingresos hospitalarios», coincide Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

«No llegaremos al ritmo de las olas anteriores, porque tenemos una población muchísimo más vacunada y eso disminuye, sobre todo, el Covid grave», continúa March, aunque añade: «Eso no significa que no haya casos y que no haya ingresos hospitalarios. De hecho, ¿qué es lo que estamos viendo? Que cada día hay más personas ingresadas y más gente en Urgencias». Propone, por ello, «plantearnos que tenemos que hacer algo», si bien lamenta: «Tendríamos que haberlo hecho antes, ahora lo tenemos más difícil».


Comentario: Que haya cada vez más personas contagiadas y en urgencias coincide con la enorme cantidad de personas que han sido inoculados con experimentos génicos de la big pharma. Y la variante omicron no ha ocasionado la muerte de nadie, es menos contagiosa y menos letal, sin embargo la reacción de los poderes reinantes contra los seres humanos para propagar como una "amenaza" lo de omicron tiene como objetivo atacar y ocasionar aún más daño a la población en general:

¡Les infectan con la vacuna! y, como dijo el gran Luc Montagnier, "las variantes siguen a la vacunación"

Aunque los medios de propaganda oficiales nunca ponen las inyecciones de venenos como la causa más probable de las lesiones y muertes, ya que eso sería señalar a los criminales desalmados que los financian para que sobrevivan:

¿Qué está pasando con el corazón de los futbolistas? Sobreentrenamiento, Covid y el impacto Eriksen


Desde el año pasado se sabe que los puentes multiplican los contagios, recuerda March, pero ese conocimiento no se ha aprovechado, como tampoco se ha reaccionado al alza de casos en Europa: «Viendo cómo iban otros países, en el Puente de la Inmaculada y el de la Constitución deberían haberse puesto medidas más duras para disminuir la movilidad e intentar llegar a las Navidades mejor. Si quieres tener unas mejores Navidades, plantéate que tienes que parar antes».

Ahora, a una semana de Navidad, será difícil contener la tendencia al alza, con la dificultad añadida de que la variante ómicron ocupa cada vez más espacio. «Pensábamos que con la vacunación estaba todo solucionado, y la vacunación es un elemento, pero la clave no es sólo la vacunación: hay que poner barreras, cuantas más mejor, para intentar evitar que haya posibilidades de contagio», aconseja March.

La receta contra el virus, resume, es la siguiente: «El VMV que cada uno tendríamos que hacer: ventilación, mascarilla, vacunación. Y a eso deberíamos añadirle otras medidas que podríamos poner: tercera dosis, vacunación de niños, pasaporte Covid, teletrabajo, disminuir las aglomeraciones de gente para ver encendidas de luces...», enumera March, quien amplía: «Ha habido un error de planteamiento: poner demasiado énfasis en que estamos muy bien. La vacuna es un elemento extraordinario, pero pensar que con eso lo teníamos todo hecho ha sido un error que nos está generando, en estos momentos, que tengamos un problema de aumento de contagios».