Traducido por el equipo de Sott.net

Mientras el jefe del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, proclamaba que "el futuro lo construimos nosotros" en la apertura de la reunión anual de Davos, otras dos personalidades europeas declaraban que la crisis energética mundial es una "transición" que será "dolorosa" para la mayoría, pero a la que no deben resistirse las naciones tentadas de preservar su propia soberanía sobre la "agenda global".
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Schwab calificó a los convocados ante él de "comunidad poderosa" y declaró: "Tenemos los medios para mejorar el estado del mundo, pero son necesarias dos condiciones: La primera, es que actuemos todos como partes interesadas de comunidades más amplias, de modo que no sólo sirvamos a nuestros propios intereses, sino que sirvamos a la comunidad. Eso es lo que llamamos 'responsabilidad de las partes interesadas'".

"Y en segundo lugar, que colaboremos", continuó, añadiendo: "Y esta es la razón por la que encuentran muchas oportunidades aquí durante la reunión para comprometerse en... iniciativas de acción e impacto para avanzar en relación con temas específicos de la agenda global".


Durante los debates del lunes, el vicecanciller alemán Robert Habeck se refirió a la crisis energética y advirtió que los gobiernos de las distintas naciones no deben tratar de proteger a sus propios ciudadanos, sino seguir "la regla de los mercados".

En otras palabras, los países deben alinearse con la agenda del "Gran Reinicio" de los globalistas:


Durante otro debate, la directora general de finanzas noruega, Kjerstin Braathen, describió la agitación energética mundial como una "transición", al tiempo que admitía que habrá escasez masiva y dificultades económicas, pero afirmaba que el "dolor" "merece la pena".


Es interesante que este elitista de Davos utilizara exactamente la misma frase que Joe Biden el mismo día:


El periodista Andrew Lawton documentó más de la cábala de Davos babeando sobre las posibilidades de control global que su Gran Reinicio podría engendrar: