Traducido por el equipo de sott.net

Admito que soy escéptico respecto a Elon Musk como un héroe de la libertad de expresión. Ha pasado de un negocio subvencionado por el gobierno estadounidense a otro en su camino para convertirse en la persona más rica del mundo. Pero no se puede negar que su publicación de los "Twitter Papers" el pasado fin de semana, que pusieron al descubierto la manipulación gubernamental de las redes sociales, ha sido una gran victoria para quienes valoramos la Primera Enmienda.
Elon Musk
© The Sunday TimesEl CEO de Twitter Elon Musk
La publicación, realizada en coordinación con el periodista verdaderamente independiente Matt Taibbi, demostró de forma indiscutible cómo los políticos y los representantes del "Washington oficial" presionaron a los equipos que entonces estaban a cargo de la censura en Twitter para que eliminaran tuits e incluso prohibieran cuentas que no eran culpables de nada más que de publicar algo que los que ostentaban el poder no querían que leyera el público en general. No olvidemos que muchos de los que exigían la censura de Twitter eran funcionarios del gobierno de EE.UU. que habían prestado juramento a la Constitución de EE.UU. y a su Primera Enmienda.

Es importante comprender que ambos partidos políticos estadounidenses estuvieron implicados en presionar a Twitter para que censurara la información que no les gustaba. Hay corrupción de sobra para todos. Sin embargo, como demostraron los Twitter Papers, se censuraron muchos más tuits a petición de políticos del Partido Demócrata, simplemente porque los empleados de Twitter que formaban parte del equipo de censura eran, en su inmensa mayoría, partidarios del Partido Demócrata.

Quizás la prueba más incriminatoria publicada en esta primera entrega de los Twitter Papers fue una serie de tuits de la campaña Biden 2020 a su contacto dentro de Twitter pidiendo que la red social los censurara. Un documento interno de Twitter muestra que el equipo de censura "se encargó de ellos", es decir, los censuró.

El propio Elon Musk declaró abiertamente antes de la publicación que, previo a que tomara el control de la compañía y emprendiera despidos masivos, Twitter había estado manipulando las elecciones. Así que todos esos años escuchamos mentiras de las élites de Washington de que Rusia estaba interfiriendo en nuestras elecciones cuando finalmente fue Twitter. Por supuesto, esto plantea la cuestión de otras grandes empresas de medios sociales como Facebook. ¿Dirá la verdad Mark Zuckerberg sobre la interferencia electoral de su propia empresa? ¿Tendrá alguien el valor de exigírselo?

¿Cómo se han salido con la suya? Como señaló otro periodista verdaderamente independiente, Glenn Greenwald, en el programa de Tucker Carlson la noche en que se publicaron los "Papeles de Twitter", mientras que antes era polémico que la CIA intentara manipular lo que los estadounidenses consumen en los principales medios de comunicación, hoy en día estos medios contratan abiertamente a "antiguos" líderes y oficiales de la inteligencia estadounidense como analistas de noticias. CNN, MSNBC, Fox y el resto contratan a "antiguos" miembros de los servicios de inteligencia para que digan a los estadounidenses lo que tienen que pensar.

Greenwald dijo a Tucker:
"La censura de las "big tech" es una herramienta fundamental del estado de seguridad nacional. Cada vez que alguien intenta hacer algo al respecto, estos exmiembros de la CIA y del Pentágono y demás saltan y dicen 'no podemos permitir que restablezcáis la libertad de expresión'".
Este es un escándalo de corrupción tan masivo que está casi garantizado que nunca será investigado adecuadamente. El propio gobierno está entre los más culpables y sabemos que las "comisiones gubernamentales" son, en realidad, más para encubrir que para destapar los crímenes cometidos. Pero la verdad es poderosa. Unos 58 años después de que el Informe Warren encubriera el asesinato del presidente Kennedy, las encuestas muestran que pocos estadounidenses creen en la versión "oficial".

La verdad es poderosa y debemos buscarla siempre. Ninguna mentira puede resistir el desinfectante de la verdad. Gracias a Elon Musk por su valentía y le animamos a seguir adelante.