El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que los medios de comunicación extranjeros y las organizaciones defensoras de los derechos humanos guardan silencio ante las agresiones del Ejército ucraniano a la población civil en la República Popular de Donetsk.
Putin
© Sputnik / Sergei Guneev
Moscú volvió a denunciar una vez más que las Fuerzas Armadas de Ucrania atacan zonas residenciales de la región del Donbás, donde se ubican las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que ya forman parte de la Federación de Rusia por voluntad popular desde octubre pasado, tras la celebración de varios referendos.

"En cuanto a estos ataques, tengo entendido que los ataques de los militares ucranianos golpean directamente zonas residenciales de Donetsk.... Son civiles [los objetivos]... Ningún medio de comunicación extranjero ni ninguna organización de derechos humanos está comentando esto", recordó el mandatario Vladímir Putin en una reunión con el jefe en funciones de la República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin.

Pushilin, a su vez, pidió a Putin que refuerce la zona con modernos sistemas de defensa antiaérea ante el aumento de las hostilidades ucranianas.

La reunión se da luego de que se intensificaran los ataques del Ejército de Kiev en contra de la población civil de Donetsk. El pasado 15 de diciembre, se reportó el bombardeo más intenso en contra de esta región desde 2014.

El alcalde local, Alexéi Kulemzin, informó ese mismo 15 de diciembre que las Fuerzas Armadas de Zelenski bombardearon el centro de Donetsk y varias zonas residenciales con 40 cohetes disparados desde los sistemas múltiples BM-21 Grad. También se registró el lanzamiento de tres proyectiles de 155 mm (el estándar de la OTAN).

Tres días después, el 18 de diciembre, las autoridades señalaron que un edificio del Hospital de Kalinin de Donetsk se incendió después de un bombardeo ucraniano. El saldo fue de un muerto y varios heridos, de acuerdo con datos oficiales.

Desde el 24 de febrero pasado, fecha en la que estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania, la República Popular de Donetsk registra 4.376 civiles muertos, según estadísticas del Centro Conjunto de Control y Coordinación de los asuntos relativos a los crímenes de guerra de Ucrania.

Los heridos, por su parte, ascienden a 3.884 civiles, incluidos 245 niños.


Donetsk y Lugansk se independizaron de Ucrania en mayo de 2014 tras no reconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev en febrero de ese mismo año. Desde entonces, sus poblaciones, mayoritariamente prorrusas, han sido atacadas por el Ejército ucraniano. Y fue hasta octubre de 2022 que la Federación de Rusia las adhirió a su territorio.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha denunciado ante la comunidad internacional que Estados Unidos y sus aliados europeos pretenden dividir al pueblo ruso y aislarlo a través de sanciones económicas y comerciales. El conflicto en Ucrania, afirma, ha sido utilizado por Occidente como un vehículo para lograrlo.

"Occidente ha buscado todo este tiempo y sigue buscando una nueva oportunidad para golpearnos, para debilitar y desintegrar a Rusia, algo que siempre han soñado hacer. Para fragmentar nuestro Estado, para enfrentar a las personas entre sí, para condenarlas a la pobreza y a la extinción. Sencillamente, no les agrada la idea de que exista un país tan grande y vasto en el mundo, con su territorio, sus riquezas naturales, sus recursos, con gente que no tiene ni tendrá nunca que vivir a las órdenes de otros", dijo el presidente de Rusia en septiembre pasado tras la celebración de los referendos en Donetsk y Lugansk.