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En medio de críticas opositoras, el gobierno británico anunció hoy la revisión de sus políticas para revertir a una sociedad quebrada por recientes disturbios que dejaron al menos cinco muertos y decenas de heridos.

El primer ministro David Cameron afirmó este lunes en Oxford (sur de Inglaterra), que los principales ministerios pasarán revista a su funcionamiento para cambiar, principalmente, el sistema educacional y el de las prestaciones sociales.

Consideró que los cuatro días de disturbios violentos registrados la pasada semana en varias ciudades del país estallaron debido al mal comportamiento de los participantes y no a los recortes presupuestarios para enfrentar el déficit fiscal.

Por su parte, la oposición asocia la convulsa situación social en el país con las medidas de austeridad implantadas por el Gobierno, sobre todo por los recortes que socavan el estado de bienestar y agravan las condiciones de supervivencia de los sectores con bajos ingresos.

El jefe del opositor Partido Laborista (PL) británico, Ed Miliband, también relacionó los disturbios con los escándalos por los gastos y malversación de fondos de parlamentarios, la crisis del sistema bancario y la polémica por escuchas telefónicas ilegales.

Cameron se comprometió a cambiar a más tardar en 2015 la situación de las más de 120 mil familias que viven en condiciones de pobreza en Reino Unido, aunque anunció una reforma a la ley de prestaciones para retirar el pago a los implicados en el reciente conflicto.

El jefe del Gobierno también adelantó que el Ministerio de Interior estudia una reforma completa en el funcionamiento de la policía, la cual incluiría la reducción de la burocracia imperante en ese cuerpo durante años y el despliegue de más agentes en las calles.

Como parte del cambio, Cameron ya designó al ex jefe policial en Estados Unidos William Bratton como su nuevo consejero sobre criminalidad, hecho visto con escepticismo por las fuerzas de seguridad británicas.