Traducido por el equipo de Sott.net

Las fuerzas armadas estadounidenses y japonesas están integrando rápidamente su estructura de mando y ampliando las operaciones combinadas mientras Washington y sus aliados asiáticos se preparan para un posible conflicto con China, como una guerra por Taiwán, según el general de más alto rango del Cuerpo de Marines en Japón.
US Marines
© Kyodo News/Getty ImagesEl teniente general de los marines estadounidenses James Bierman advirtió de que "el adversario chino [...] tendrá el pistoletazo de salida y la capacidad potencial de iniciar hostilidades".
Los dos ejércitos han "experimentado un aumento exponencial... sólo en el último año" de sus operaciones en el territorio que tendrían que defender en caso de guerra, declaró en una entrevista al Financial Times el Teniente General James Bierman, general al mando de la Tercera Fuerza Expedicionaria de Marines (III MEF) y de las Fuerzas de Marines de Japón.

Bierman afirmó que Estados Unidos y sus aliados en Asia estaban emulando las bases que habían permitido a los países occidentales apoyar la resistencia ucraniana frente a Rusia para prepararse ante escenarios como una invasión china de Taiwán.

"¿Por qué hemos alcanzado el nivel de éxito que hemos logrado en Ucrania? Gran parte de ello se debe a que, tras la agresión rusa de 2014 y 2015, nos pusimos seriamente a preparar el futuro conflicto: adiestramiento de los ucranianos, posicionamiento previo de suministros, identificación de emplazamientos desde los que podríamos realizar operaciones de apoyo y sostenimiento. A eso lo llamamos preparar el escenario. Y estamos preparando el teatro de operaciones en Japón, Filipinas y otros lugares".

La comparación inusualmente franca de Bierman entre la guerra de Ucrania y un posible conflicto con China se produce cuando Pekín ha aumentado drásticamente la escala y la sofisticación de sus maniobras militares cerca de Taiwán en los últimos años. Japón y Filipinas también están intensificando su cooperación en materia de defensa con Estados Unidos ante la creciente asertividad china.

Japón y Estados Unidos tienen previsto debatir el fortalecimiento de su alianza en las conversaciones sobre seguridad que mantendrán el miércoles los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, y en la cumbre que celebrarán el viernes en Washington el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida. La cumbre se celebra en un momento en el que Tokio se embarca en un cambio radical de su política de seguridad que incluirá el aumento del gasto en defensa y el despliegue de misiles capaces de alcanzar territorio chino.

La III MEF es la única fuerza de respuesta a crisis del Cuerpo de Marines estacionada permanentemente fuera de Estados Unidos. Opera dentro del radio de acción de los misiles chinos de medio y largo alcance, con los que Pekín pretende limitar la libertad operativa de Estados Unidos en la región.

La unidad es el núcleo de una amplia reforma del Cuerpo de Marines que pretende sustituir su enfoque en la lucha contra la insurgencia en Oriente Medio por la creación de pequeñas unidades especializadas en operar rápida y clandestinamente en las islas y estrechos de Asia oriental y el Pacífico occidental para contrarrestar la estrategia de "denegación de acceso a la zona" de Pekín.

Para llevar a cabo esa estrategia, es vital una mayor integración con los aliados, afirmó Bierman. En una serie de ejercicios recientes, los Marines establecieron por primera vez centros bilaterales de coordinación táctica terrestre en lugar de intercambiar enlaces con los puntos de mando de los aliados.

Otro signo de la intensificación de la cooperación ha sido la designación de unidades militares japonesas específicas como parte de la "fuerza de apoyo" junto con la III MEF y unidades de la Marina y la Fuerza Aérea estadounidenses.

En lugar de una "rotación" de unidades militares japonesas que trabajan con sus homólogas estadounidenses, como en el pasado, está surgiendo una "comunidad de interés permanente" de unidades aliadas con responsabilidad sobre los planes operativos, añadió Bierman.

Afirmó que, aunque el ejército estadounidense estaba prestando atención al comportamiento agresivo chino en torno a Taiwán, no debía percibirse al Ejército Popular de Liberación como "de 3 metros de altura".

"Cuando se habla de la complejidad, del tamaño de algunas de las operaciones que tendrían que llevar a cabo, digamos [en] una invasión de Taiwán, habrá indicaciones y advertencias, y hay aspectos específicos para ello en términos de geografía y tiempo, que nos permiten posicionarnos y estar lo más preparados posible".

Como parte de esos preparativos, Filipinas planea permitir que las fuerzas estadounidenses preposicionen armas y otros suministros en cinco bases más, además de las cinco a las que ya tiene acceso Estados Unidos.

"Ganas un punto de apalancamiento, una base de operaciones, que te permite tener una tremenda ventaja en diferentes planes operativos. Cuando nos enfrentemos al adversario chino, que va a tener el pistoletazo de salida y la capacidad potencial de iniciar hostilidades... podemos identificar terrenos clave decisivos que hay que mantener, asegurar, defender, aprovechar".