Traducido por el equipo de SOTT.net
newspaperpuppet
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"La prensa estadounidense, antaño guardiana de la democracia, fue vaciada hasta el punto de poder ser utilizada como una marioneta de mano por las agencias de seguridad y los operativos de los partidos de Estados Unidos... La desinformación es tanto el nombre del crimen como el medio para encubrirlo; un arma que hace las veces de disfraz."
— Jacob Siegel
¿Cómo va la guerra? ¿Qué? ¿Te refieres a la guerra en Ucrania? ¿O a la guerra del gobierno estadounidense contra su propio pueblo?

Bueno, la primera, la guerra de Ucrania, está sobre todo destruyendo a Europa, aunque, al parecer, todavía no se han dado cuenta. La economía industrial europea está frita sin el gas natural ruso a precios asequibles. Les cerramos el gasoducto en septiembre y nadie en Europa se opuso. Simplemente se lo tragaron y volvieron a fumar cigarrillos en las mesas de sus cafés. Dentro de un año más o menos, nadie en Europa tendrá suficiente dinero para un capuchino (o cigarrillos) y tal vez entonces empezarán a hacer algunas preguntas a los moluscos mentales que dirigen las cosas allí - si es que no se saltan toda esa cortesía y queman el antro.

Lo más importante de la guerra de Ucrania es que Estados Unidos no quiere que termine. Como comprenderán, no se trata de ningún principio fantasioso, como la libertad de Ucrania. Se trata de enemistarse con Rusia sin importar cuántos ucranianos muertos cueste, porque los funcionarios estadounidenses desarrollaron una psicosis delirante acerca de Rusia después de años de usarla para joder la mente de los ciudadanos estadounidenses, y tenemos que justificar ese antagonismo fingiendo que tenemos intereses creados en Ucrania, que no tenemos, por cierto.

Hasta ahora, todo lo que hemos hecho para promover el conflicto ha sido contraproducente para la civilización occidental. La mayor parte del resto del mundo reconoce que Estados Unidos se ha vuelto loco y están tomando medidas cuidadosas para desvincularse de nosotros, principalmente dejar de utilizar nuestra moneda para el comercio internacional. En serio, ¿querrías tener algo que ver con un loco? No, pondrías la mayor distancia posible entre él y tú y dejarías incluso de intentar comunicarte. Si el mundo deja de utilizar el dólar en el comercio, el dólar perderá valor, al igual que los billones en papel de bonos estadounidenses en manos de otros países, que dichos países tratarán de descargar lo antes posible. ¿Sabes deletrear crisis de deuda soberana? Mira abajo...

Los estadounidenses, aparentemente, no están emocionalmente preocupados por la guerra de Ucrania porque no tenemos tropas volviendo a casa en bolsas de cadáveres (al menos no todavía). Muchos se habrán dado cuenta de que hemos gastado más de 100.000 millones de dólares en el proyecto y, junto con la ya mencionada crisis de la deuda, eso podría sembrar una semilla de resentimiento a medida que los precios en los supermercados y en los surtidores de gasolina se disparan y los despidos masivos aumentan, y el recuperador de activos llama a la puerta, y más bancos se tambalean.

Por supuesto, nuestro proyecto de guerra de Ucrania (basado en el juego mental ¿Por-Qué-No-Luchan-Tú-y-Él?) podría terminar muy repentinamente si, como se rumorea, Ucrania se queda sin carne de cañón y proyectiles de artillería (a pesar de toda nuestra ayuda). ¿Y entonces qué? Te quedas con que "Joe Biden" parece el campeón perdedor de todos los tiempos, y atención al Estrecho de Taiwán, donde la Flota del Pacífico de EEUU podría transformarse en el mayor conjunto de ceniceros flotantes del mundo...

¿Te haces una idea? Ahora bien, ¿qué hay de la otra guerra: la guerra de nuestro gobierno contra nosotros? Lo que los periodistas astutos (Taibbi, Shellenberger) llaman el Complejo Industrial de la Censura ha quedado bastante bien al descubierto. Todo el mundo sabe que el FBI, la CIA, el DHS y muchas otras agencias, a través de las redes sociales pirateadas, han trabajado incansablemente para confundir y embaucar el debate público sobre, en realidad, todo lo que importa. Lo extraño es que aproximadamente a la mitad de Estados Unidos no parece importarle. Por supuesto, esa es la misma mitad del país que se ha enamorado de la vigilancia, la censura, las persecuciones políticas, las monerías electorales, las vacunas de ARNm obligatorias y otras incursiones en la mala fe. Sus auditores en los principales medios de comunicación parecen realmente disfrutar de su papel como ejecutores de la irrealidad.

Esta maldad degenerada ha ido en aumento desde que un tal Donald Trump se subió al escenario hace años. El régimen de "Joe Biden" pretende haberlo atrapado finalmente en la guarida del fiscal de Manhattan Alvin Bragg. Ahora el juego se pone interesante. Dado que los cargos son de lo más vaporoso, el objetivo real de esta acusación, como señalan Tom Luongo y Martin Armstrong, es inducir al Sr. Trump a una citación por desacato civil que permita a las autoridades neoyorquinas encerrarle. El juez del caso impondrá una orden de silencio para que el Sr. Trump no hable sobre los procedimientos en su contra, y cuando abra la boca -como seguramente hará- le echarán una red alrededor y lo arrastrarán a la trena, y tratarán de mantenerlo allí indefinidamente, como mantuvieron a los sospechosos del 6 de enero en la cárcel de Washington. Esto es, si la operación Bragg en la ciudad de Nueva York consigue sacar al expresidente del estado de Florida, lo que puede no ser tan fácil, ahora que el gobernador DeSantis ha manifestado su reticencia a permitirlo.

En cuanto al caso en sí, un juez con algo de respeto por sí mismo lo desecharía en una audiencia previa al juicio como una carpa muerta de seis días a la menor instigación de un abogado defensor -basado, como está, en múltiples novedades engañosas del derecho penal, por no mencionar que está mucho más allá del estatuto de limitaciones. Si se llega realmente a juicio, la acusación será un chiste jurisprudencial para la eternidad. Si consiguen que un jurado de la Gran Manzana les siga la corriente, el caso será seleccionado a través del proceso de apelación hasta llegar al Tribunal Supremo en un minuto en Nueva York.

Y si todo esto se desmorona como la torre de jenga que es, hay otros dos casos en las alas - el caso basura en el condado de Fulton, Georgia, donde el proceso del gran jurado ya se vio comprometido por un presidente del jurado, autoidentificada como una "bruja", abriendo la boca a la prensa; y la operación fuera del Distrito Federal de DC dirigida por un Abogado Especial Jack Smith en el asunto de los papeles clasificados de Mar-a-Lago - otro caso perdedor, teniendo en cuenta todos los otros altos funcionarios actualmente enredados en denuncias similares, aún no molestados por ningún cargo oficial.

¿Parece un plan? Sí, suena como un plan para fomentar una guerra civil. Sobre todo teniendo en cuenta toda la otra basura a la que nuestro país está siendo sometido por una burocracia enloquecida, el régimen que la representa y sus legiones de idiotas útiles enfermos mentales que perturban la paz en todo el país. Probablemente más de la mitad de la gente de nuestro país se da cuenta de que el sistema legal ha sido secuestrado por los mismos granujas que infiltraron las redes sociales y las juntas electorales estatales. Se están hartando de ello, junto con todo el retorcimiento mental en torno a la transexualidad, el racismo, el cambio climático y Ucrania. Estoy seguro de que esto significa que nos esperan una primavera y un verano emocionantes.