Rusia asumió el sábado la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prometiendo actuar como un intermediario honesto, según declaró el representante permanente adjunto de Moscú ante la ONU, Dmitry Polyansky.
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Bajo el mandato ruso, el Consejo de Seguridad de la ONU debatirá a finales de este mes la situación en el Sáhara Occidental y la Misión de la ONU para el Referéndum en el territorio (MINURSO). Además; el Consejo escuchará también un informe del enviado personal del Secretario General de la ONU, Staffan De Mistura, y el jefe de la MINURSO sobre la situación actual en el territorio ocupado por Marruecos.

Además de dirigir las reuniones, representar al Consejo de Seguridad de la ONU y proponer una agenda de trabajo durante todo el mes de abril, Rusia tratará la situación en el Sáhara Occidental, la crisis Palestina- Israel y debates sobre la exportación ilegal de armas.

Moscú tiene previsto centrarse en tres temas: el multilateralismo, la violación de los acuerdos de exportación de armas y el conflicto palestino-israelí, y no propondrá ninguna reunión sobre la crisis de Ucrania, según declaró en una entrevista el representante de Rusia ante el organismo de la ONU, Vassily Nebenzya.

El representante ruso ante la ONU añadió que todos los intentos de provocar a Rusia están condenados al fracaso. "A diferencia de nuestros antiguos socios occidentales, nosotros jugamos limpio en la escena internacional y no promovemos el doble rasero", recalca.

Además de los asuntos que trata regularmente el Consejo de Seguridad, independientemente del país a cargo de la presidencia, Rusia pondrá sobre la mesa el 19 de abril la cuestión del Sáhara Occidental, según ha podido saber ECSAHARAUI de fuentes diplomáticas.

El 25 de abril, Lavrov presidirá otra reunión patrocinada por Rusia en la que se abordará la cuestión israelo-palestina.