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En la aldea de Elizavétinka, en las cercanías de la ciudad siberiana de Omsk, enterraron a una joven que se convirtió en una verdadera heroína para sus vecinos. Victoria Krúglik, de 18 de años, murió salvando la vida de tres niños.

El domingo pasado el hermano de Victoria, Slava, cumplió 13 años. Para celebrarlo, la joven lo llevó, junto a su hermana menor Katya y a sus tres amigos, a la orilla del río Irtish. Los niños, todos de entre 8 y 13 años de edad, primero disfrutaron de la frescura de las aguas de poca profundidad, pero luego decidieron avanzar más por un banco de arena. Pasaron así un buen rato, jugando. Durante todo este tiempo Victoria siguió en tierra firme, descansando bajo la sombra de los árboles.

En un momento a los niños se les ocurrió investigar el fondo y empezaron a saltar y zambullirse. Uno de ellos no acertó y de repente resultó en aguas muy profundas. Daniil, de 11 años de edad, uno de los amigos, cuenta: "Suleimá no sabía nadar. La corriente la empezó a arrastrar. Nos asustamos muchísimo. Slava trataba de sujetarla y gritó a Victoria que nos estábamos hundiendo. Ella llegó corriendo. Primero, sacó a la orilla a las chicas, a Suleimá y Katya. Luegó, llevó a Rustám. Yo nadé por mí mismo".

Una pareja que descansaba en la misma playa atendió a los niños que se habían tumbado en la arena para comprobar si estaban bien y podían respirar con normalidad. Tardaron unos minutos en darse cuenta de que Victoria no salía a tierra firme.

El hombre, Dmitri Kiryujin, maestro de deportes en una escuela local, corrió por el banco de arena y vio a la joven sin conciencia en el agua. Daniil cuenta: "Dmitri sacó a Victoria a la orilla y empezó a hacerle el boca a boca. Pero no pudo hacer nada. Dijo que murió. Yo me asusté muchísimo".

Victoria Krúglik era la mayor en una familia de seis hermanos. Era hija adoptiva: llegó a la familia cuando tenía 12 años. La madre de Victoria, Albina, dice: "Siempre me ayudaba muchísimo en la casa, con los niños. Estudiaba muy bien. Es un dolor tremendo para todos nosotros, le echamos tanto de menos...".

Los doctores diagnosticaron que a la chica se le paró el corazón. Todos los niños ahora están en sus casas, menos Slava: sigue ingresado en un hospital. Por el 'shock' tiene sus piernas paralizadas.