Traducido por el equipo de SOTT.net

La muerte de un hombre de 42 años por un tiburón mientras practicaba la pesca submarina en Nueva Caledonia ha vuelto a llamar la atención sobre la oleada de ataques de tiburones que asola el territorio francés del Pacífico.
Great white shark
Imagen de archivo
El incidente supone el cuarto ataque de tiburón, y el segundo mortal, en el territorio francés este año, apenas unos meses después de que el turista australiano Chris Davis muriera tras ser mordido por un tiburón mientras nadaba en una popular playa de Noumea.

Las autoridades están desconcertadas por el creciente número de ataques, pero han respondido introduciendo medidas estrictas, como la prohibición de bañarse en la playa de Numea y una amplia campaña de sacrificio de tiburones.

Claude Maillaut, experto en tiburones de la Universidad de Nueva Caledonia, declaró que este año se habían matado casi 200 tiburones como respuesta a los ataques.

Afirmó que el sacrificio podría alterar la ecología marina e incluso podría no funcionar, ya que los tiburones podrían seguir llegando a las aguas de Nueva Caledonia desde otros lugares.

"Puede tener un impacto enorme", afirmó.

"No tiene fin. Cualquier tiburón capturado podría ser sustituido por otro tiburón".