Profesionales del campo denuncian que los acuerdos alcanzados pasarán factura y supondrán un escenario insostenible para el campo europeo.
© Europa PresAsaja en la manifestación por la defensa del campo en Madrid
Los agricultores viven al filo de una norma: la
Ley de Restauración de la Naturaleza. Se ha negociado en la UE y exige devolver explotaciones agrícolas a la naturaleza
mandando a infinidad de productores de alimentos al paro. El Parlamento Europeo aceptó una leve mitigación de los efectos. Pero
Pedro Sánchez decidió que los agricultores españoles no debían beneficiarse de ello. Y ordenó a su representante
César Luena en la Eurocámara que acabase con la poca esperanza que quedaba a los agricultores. Es la historia de una
traición al campo. Y una que tendrá duras consecuencias para todos: los profesionales del campo y todos aquellos que simplemente consumen alimentos, es decir, todos.
El
negociador principal en el trílogo y ponente de la propuesta de Ley de Restauración de la Naturaleza del Parlamento en el Parlamento Europeo era un redimido de Pedro Sánchez: el eurodiputado socialista César Luena. Y el enviado de Sánchez ha acudido al Parlamento Europeo
con el mandato de reintroducir los "ecosistemas agrícolas" en el texto (Artículo 9), pese a que ya
habían sido rechazados por la mayoría de diputados de la Eurocámara el pasado 27 de junio.
El sindicato del campo
ASAJA asegura que no se trata del único
movimiento que puede acabar con buena parte de las explotaciones agrarias. Y es que el segundo plan impulsado por el PSOE en la UE es el de los denominados como
expedientes de la estrategia 'De la Granja a la Mesa', además del Reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios (SUR) .Y todo ello
"supondrá un escenario insostenible para el campo europeo".
"La comunidad agrícola europea está consternada y muy preocupada por el acuerdo alcanzado en la noche el jueves 9 de noviembre por los negociadores en el diálogo a tres bandas sobre la Restauración de la Naturaleza", señalan desde ASAJA. "A pesar de algunas atenuaciones, el
compromiso final global vuelve a una propuesta totalmente irrealista para los agricultores y los propietarios forestales y fuerza al Parlamento Europeo a reposicionarse sobre toda la propuesta", añade.
El acuerdo alcanzado el jueves por los negociadores institucionales reaviva, de este modo, la
amenaza lanzada desde Bruselas con el respaldo de toda la izquierda. "Al reintroducir el artículo 9 sobre los ecosistemas agrícolas, los negociadores decidieron volver a situar en el centro del reglamento
numerosas disposiciones poco realistas y sin presupuesto que pasarán factura a los agricultores, ganaderos, silvicultores y cazadores europeos", explican los profesionales del campo. "Conscientes del desfase entre las ambiciones del texto y las medidas compensatorias ausentes, los negociadores acordaron que la CE evalúe la aplicación del Reglamento a más tardar el 31 de diciembre de 2033, reconociendo así que podría tener
graves repercusiones para los sectores productores de alimentos", explican las mismas fuentes.
Lo cierto es que las propuestas alcanzadas, sumadas a los demás expedientes de la estrategia 'De la Granja a la Mesa', como el Reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios (SUR), supondrá un escenario insostenible para el campo europeo. Al
no respetar la posición que expresó la mayoría del Parlamento Europeo, el ponente socialista César Luena ha empujado con su plan a todos los eurodiputados a reposicionarse sobre este texto
. Ningún eurodiputado puede decir ahora que el texto propuesto para su ratificación no tendrá repercusiones importantes sobre nuestra producción, nuestra competitividad, la balanza comercial de la UE, o el precio de consumo de millones de europeos.
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