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Los jóvenes de Estados Unidos, en número creciente, intentan encontrar trabajo como sea y para ello han renunciado a largos desplazamientos para poder vivir en casa de sus padres, han retrasado su casamiento, adquieren cada vez menos viviendas y muchos tienen hijos fuera del matrimonio debido al mayor desempleo desde la Segunda Guerra Mundial.

La recesión económica cala cada vez más a fondo, evaporando el mítico sueño americano de la sociedad de las oportunidades, y comienza a dejar su huella en la manera de vivir de la clase media. Lo que para los estadounidense parecía una distante experiencia en la España de hoy, como el aumento hasta de hijos ya maduros, que permanecen solteros, a las espaldas de sus ancianos padres pensionados, puede que ya esté tocando a las puertas de los hogares de la super potencia. Y algunas señales contundentes acaban de emitir nuevas estadísticas del censo de 2010, recien difundidas.

Cifras reveladas proyectan una perspectiva sombría para toda una generación de 20 a 30 años de edad, que sale a ganarse la vida en medio de un elevado y persistente desempleo. El economista Andrew Sun, experto en estos temas, apuntó al respecto que los recientes graduados universitarios trabajan ahora de camareros, meseros y otros trabajos improvisados y tendrán que competir con los que se titulen después, es decir, otra generación más, cuando mejore alguna vez el incierto mercado laboral. Entretanto, los que carecen de instrucción superior -en general negros o hispanos- fueron los más propensos a perder su trabajo debido a la reducida demanda de mano de obra en la construcción, el sector fabril y el transporte.

La tasa de empleo de este sector etario es hoy del 55 por ciento, frente a un 67 por ciento en el 2000, y el del nivel más bajo desde fines de la Segunda Guerra Mundial, mientras que como sería de esperarse las personas de 65 años o más se aferran a sus puestos laborales, toda vez que según reconoce el conteo de población, uno de cada cinco viven en la pobreza. Con estos truenos no se ve que escampe.