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Israel bloqueó hoy la circulación de palestinos fuera de Cisjordania debido a la fiesta judía del Yom Kippur, mientras derribó varias estructuras en aldeas árabes y protegió a colonos que destruyeron plantaciones de olivo.

El ministro de Defensa, Ehud Barak, dispuso el cierre general de Judea y Samaria (distrito de Cisjordania ocupado y administrado por Israel desde 1967, pero no anexado) a partir del jueves en la noche para garantizar la celebración del conocido como Día de la Expiación.

Según la oficina del portavoz del Ejército sionista, la medida ya aplicada en años anteriores sólo permite el paso a y desde la Ribera Occidental para casos humanitarios y médicos, previa aprobación de la Administración Civil israelí.

Cientos de palestinos protestaron este viernes porque se les impidió acceder a la Explanada de las Mezquitas en Al-Aqsa, Jerusalén Este, para las oraciones musulmanas, mientras los judíos preparan la celebración del Yom Kippur.

A la tensión por el bloqueo se sumaron las acciones del Ejército israelí que ayer demolió casas, corrales para ganado bovino, plantaciones, depósitos de agua y otras estructuras de palestinos en las aldeas cisjordanas de Al-Farisiyah y Al-Malih, cerca de Tubas.

Efectivos con buldózer redujeron a escombros, sin previo aviso, tiendas de campaña y otras propiedades, lo que desató protestas de jóvenes palestinos en Beit Kahel, cerca de Hebrón, que lanzaron piedras a los uniformados y fueron reprimidos con gases lacrimógenos.

Funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) repudiaron la violencia de colonos judíos contra plantaciones de olivo y casas de árabes, a la vez que acusaron al gobierno de Israel de proteger a los residentes en asentamientos ilegales que agreden a palestinos.

Medios árabes informaron que extremistas están detrás de una cadena de hechos violentos ocurridos en la zona de Naplusa después de que el Ejército israelí incrementó su presencia allí para permitir la visita mensual de feligreses judíos a la tumba de José.

Los colonos ven el despliegue de militares israelíes con preocupación porque temen que desmantelen el naciente puesto de avanzada de Givat Gal Yosef, situado a las afueras del asentamiento de Shiloh, en el sur de Naplusa y considerado ilegal por la ONU.

Los judíos radicales también se enfrentaron a uniformados sionistas el miércoles en la noche en el área de Doma, al noreste de Ramalah, donde, según medios locales, se pretendía desarticular otro puesto de avanzada no autorizado por el gobierno.