De esos ocho, cuatro tienen alerta roja por estar en el límite de su caudal.

El Ideam declaró la alerta roja para cuatro de los ocho afluentes del país que presentaron crecientes durante este fin de semana. Por esta razón, la entidad hará un monitoreo constante.
Uno de estos es el río San Eugenio, que destruyó 15 viviendas y varios cultivos, en Santa Rosa de Cabal (Risaralda).

Además del río Lebrija que, junto con otros afluentes de la región, tiene más de 30.000 hectáreas inundadas en Santander. El río Bolombó, en Antioquia, y el Magdalena, en el sector de Gamarra (Cesar), también fueron declarados en alerta roja.

Por su parte, los ríos Casanare, Atrato, Sogamoso y Cauca están en alerta naranja. Este último, a la altura de la Virginia (Risaralda), reportó ayer un nivel, tras las lluvias, de 5,10 metros. Si sube 40 centímetros más, se declarará la alerta roja. El río Bogotá no reporta ninguna gravedad.

La situación más difícil por el invierno este fin de semana ocurrió en la vía Medellín -Chocó, en la que cuatro personas resultaron desaparecidas luego de un deslizamiento. Ayer por la tarde, los organismos de socorro encontraron el cuerpo de una de las víctimas.

La Policía de Carreteras reportó seis vías cerradas como consecuencia de las lluvias: alto de La Línea, paso de las Letras (Manizales) y en los alrededores de Bucaramanga (Santander).

En Bogotá, la Procuraduría anunció que vigilará el avance de las obras de mitigación en puntos como la avenida Circunvalar, los ríos Fucha, Juan Amarillo y Tunjuelo, además de Ciudad Bolívar y Usme.