Ciencia y Tecnología
La 34° exploración organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH) destacó dos microorganismos que podrían ser aprovechados a nivel industrial . El Deinocoucus puede resistir 5.000 veces más radiación gama - marca inédita hasta el momento - , lo que lo vuelve apto para generar bloqueadores solares. Y otro es capaz de degradar hidrocarburos, algo que sería de gran utilidad para combatir los derrames de petróleo.
Sobre este hallazgo, Jenny Blamey, bióloga de la Fundación Biociencia, indicó que "sabemos que los derrames de petróleo producen daño ambiental. Estos microorganismos son capaces de degradar petróleo crudo, diésel y otros hidrocarburos más procesados".
Según los descubrimientos realizados en cooperación con científicos de varios países, un 40% de estos microorganismos vive a temperaturas bajo 0 grados Celsius; un 25%, entre 60 y 100 grados, mientras que un 10% habitan en grandes concentraciones de sal.
A su juicio, ni la disposición genética ni el entorno justifica la diferencia cerebral entre hombres y mujeres, "sino una diferente concentración hormonal desde antes del nacimiento, en la que prima la testosterona en el varón, y los estrógenos y la progesterona en las féminas".
"La progesterona hace que los recién nacidos del sexo masculino sean más impulsivos, más excitables emocionalmente y más difíciles de tranquilizar que las niñas y que, desde su niñez, los hombres emprendan un camino ligeramente distinto al de las niñas, con más impulso", enfatiza Hüther.
Lo que es bien cierto para un simple observador es que el hombre medio está más capacitado que las mujeres para la síntesis, para la orientación espacial, para las capacidades fino-motoras, como la puntería, o para establecer relaciones jerárquicas de dominación, asegura el científico alemán en este ensayo, de Plataforma Editorial.
Por el contrario, ellas acopian más empatía y saben ponerse mejor en el lugar de los demás, poseen una mayor capacidad de comunicación verbal y entran en contacto visual con su interlocutor más abiertamente.
El famoso ciclo solar de 11 años a menudo tiene dos picos en lugar de uno, y ahora una astrónoma sabe por qué.
Las manchas solares son zonas frías y oscuras en la superficie del Sol. Se cree que son el resultado de una supresión temporal de la convección por parte de las torsiones del campo magnético del Sol. Por esto es por lo que las manchas están más frías que sus alrededores.
El tamaño y número de manchas solares sigue un ciclo de 11 años, un fenómeno señalado por primera vez por Heinrich Schwabe, un astrónomo aficionado alemán, en 1843. Pero en 1967, Mstislav Gnevyshev de la Academia Rusa de las Ciencias, señaló que muchos de estos ciclos parecen tener dos picos.
Hoy, Katya Georgieva del Instituto Espacial y Solar-Terrestre en Sofía, Bulgaria, dice que sabe el porqué. Su idea implica que todos los ciclos tienen dos picos, pero que estos a menudo coinciden haciendo que sea difícil separarlos. A lo largo de los años, los astrónomos han construido una descripción notablemente detallada de los extraños patrones asociados con las manchas solares.
La NASA explicó que este fenómeno provocó que la alta atmósfera de la Tierra se enfriara y colapsara. El campo magnético del Sol quedó debilitado generando que los rayos cósmicos pudieran entrar al sistema en una gran cantidad.
Durante un mínimo prolongado, sucedieron cosas raras, explicó además la NASA. "En 2008-2009, el campo magnético global del Sol se debilitó y el viento solar decayó. Los rayos cósmicos, que normalmente son detenidos por el tempestuoso magnetismo solar, aparecieron dentro del sistema solar".
"Durante el más profundo mínimo solar del siglo, irónicamente, el espacio se volvió un lugar más peligroso para viajar. Al mismo tiempo, la acción de calentamiento de los rayos ultravioletas, normalmente proporcionada por las manchas solares, estuvo ausente, por lo que la alta atmósfera de la Tierra comenzó a enfriarse y a colapsar", explica el inform publicado en 2010.
>Sin embargo, al estar solos en la jaula con un macho comenzaban a emitir chillidos ultrasónicos que son sonidos usuales cuando los ratones normales tratan de cortejar a las hembras. Los científicos comprobaron los resultados de este experimento con roedores desprovistos del gen triptófano hidroxilasa 2 necesario para la producción de serotonina.
Luego los investigadores restauraron el deseo sexual de los machos por las hembras al inyectarles serotonina en el cerebro.
Según los científicos, el estudio muestra que las vías de neurotransmisión de la serotonina son fundamentales en la preferencia sexual de los roedores machos
El experto pudo captar al satélite desde el telescopio IAC80, en el observatorio del Teide, en la isla de Tenerife, aunque la imagen resultante es en realidad un mosaico de un total de 26 capturas que precisó para completar el círculo lunar, según ha indicado el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Hace una semana tuvo lugar el perigeo lunar, momento en el que la órbita del satélite lo sitúa en el punto más próximo a la Tierra, ofreciendo una visión de una luna llena un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante que una noche común.
Este fenómeno no volverá a verse de esta manera hasta dentro de 19 años y, por ello, astrónomos y aficionados no perdieron la oportunidad de retratar la imagen. Además, gracias a esta técnica, es posible observar el satélite con mayor definición y con sus colores reales.
El cerebro toma las decisiones en función de todo el "historial" de la persona, desde el congénito hasta el adquirido culturalmente, y la conciencia de la decisión llega después de que lo haya decidido la máquina neuronal del cerebro, señala Manuel de Vega, director del proyecto Neurocog. Se trata de un proyecto de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, que está financiado con fondos Feder de la Unión Europea y en el que casi un centenar de investigadores de las dos universidades canarias desarrollan líneas de trabajo relacionadas con las funciones cognitivas del cerebro.
Los astrónomos observan una fusión por primera vez.
Para los astrónomos estelares, "y los dos se harán una sola carne", acaba de tomar un significado completamente nuevo.
Los científicos han observado por primera vez la fusión de dos estrellas que orbitan estrechamente. Los expertos han sugerido desde hace décadas que tales estrellas - que giran tan cerca una de otra que sus capas exteriores se tocan - deberían finalmente unirse. El nuevo trabajo, de Romuald Tylenda del Centro Astronómico Nicolás Copérnico de Toruń, Polonia, y sus colaboradores, capta las estrellas en el momento de la fusión.
A MATCH MADE IN THE HEAVENS from Science News on Vimeo.
La joven Tierra carecía de una capa de ozono que actuase como escudo contra la radiación solar de alta energía, pero los microbios florecieron adaptándose o encontrando otras formas de protección de los altos niveles de radiación ultravioleta. Ahora los investigadores han empezado a poner a prueba microbios modernos para ver si pueden actuar como pioneros en las hostiles condiciones del espacio extraterrestre y otros entornos planetarios.
Uno de tales estudios del año pasado observaron el Bacillus subtilis, una bacteria común del suelo que se ha convertido en un organismo modelo para experimentos que tienen el récord de supervivencia espacial tras pasar seis años en la nave Instalación para Exposición de Larga Duración de la NASA. El microbio común demostró ser capaz de evolucionar una resistencia a la radiación UV de hasta 3 veces más que su ancestro original, o un grupo no expuesto a UV, tras 700 generaciones viviendo y muriendo en un experimento de laboratorio en tierra.
Este es el punto de ebullición del agua, entonces los autores del descubrimiento explican que la estrella es tan caliente como una taza de café recién hecho. En este caso vale la pena recordar que la temperatura en la superficie del Sol alcanza unos 6.000 grados centígrados. Los científicos no excluyen la posibilidad de que en la atmósfera de este cuerpo celeste pueda haber nubes de agua. El artículo en el que se explica este hallazgo será publicado en la revista Astrophysical Journal.
Las enanas marrones son objetos espaciales que ocupan una posición entre los planetas gigantes y las estrellas, o sea, son objetos subestelares. La masa (y como consecuencia, la gravitación) de una enana marrón no es suficiente para que la presión en su centro alcance los índices con los que se garanticen reacciones continuas de la fusión nuclear, que son "responsables" del brillo de la mayoría de las estrellas. Y a diferencia de los planetas, las enanas marrones pueden convertir el isótopo del deuterio al isótopo de helio en su juventud.