¡Que no cunda el pánico!
En una de esas historias conmovedoras de épico heroísmo, sincronizándose en el Mar de Cortés, un grupo de conservacionistas se encontró con una ballena atorada en una red de pesca hecha de nylon, cetáceo al que después de un par de horas de socorro lograron liberal. El protector de animales Michael Fishbach cree que a la ballena le quedaba una hora de vida en esas condiciones.
Fishbach fundó el grupo The Great Whale Conservancy para proteger a las ballenas y como si fuera una tarde de ensueño o mandada hacer para una película, se encontró justo con una conspicua oportunidad de proteger en acción a las ballenas.
"Obviamente los extraterrestres me tienen en su mira", indica un habitante del pueblo bosnio Gornji Lajici cuya fama se erige sobre el número de veces que su vivienda ha recibido el impacto de un meteorito.
De acuerdo a un portal de noticias, Radivoje Lajic (50) "saltó a la fama en 2008 tras anunciar que su casa había sido golpeada por el quinto meteorito en tan sólo tres años", señala La Patilla.com
El fenómeno ocurre siempre durante intensas lluvias. Un preocupado Lajic revela a la prensa no poder conciliar el sueño cada vez que llueve, siempre "por temor a que caiga uno nuevo (en alusión a las fracciones de un cuerpo celeste o meteoritos)".
Frente a la recurrente precipitación meteórica sobre su vivienda. El bosnio ha decidido reforzar su techo con una placa de acero.
En el año 2008 se hizo la foto con el colador -según explica él- símbolo del culto que profesa y lo entregó en el departamento de tráfico de Viena, encargado de renovar su licencia.
Si permiten las prendas por motivos religiosos, por qué no con el colador en la cabeza, que representa este culto de los irónicos y excépticos.
En aquel entonces, un funcionario lo llamó por teléfono explicándole que aquella fotografía no podían aceptarla. Alm ha solicitado una comunicación escrita con la negativa, pero nunca la recibió y por el contrario, le invitaron a someterse a un examen mental para probar que estaba en su sano juicio.
Clínicamente una fobia se define como el miedo persistente e "irracional" a un objeto o situación que aquella persona que la sufre busca evitar a toda costa y la sola posibilidad de enfrentarlo le produce una profunda angustia. Supuestamente la causa de la mayoría de las fobias tiene que ver con un evento traumático que, a través de asociación directa o indirecta, genera este "desorden psicológico". En un sentido un tanto más psico-poético, las fobias son capítulos no resueltos de nuestra autonarrativa que se atrincheran en nuestra mente y se alimentan, plácida y sombríamente, con el miedo que proyectamos alrededor de su presencia.
Sin embargo, más allá de definiciones científicas o interpretaciones etéreas, lo cierto es que millones de personas experimentan algún tipo de fobia. Se calcula que actualmente un 4.25% de las personas (una de cada 23) padecen al menos una, y a pesar de que la naturaleza de éstas es esencialmente irracional, u objetivamente infundada, existen algunas que son increíblemente extravagantes.
El animal, atraído por su imagen en la lente, robó la cámara de un viajero británico y se sacó varias fotos a sí mismo.
El hombre cree que el mono pudo autorretratarse al tocarla sin querer. Al principio, había junto a él otros simios que se espantaron por el sonido que hacía el aparato y que huyeron, para volver después movidos por la curiosidad.
"Al principio hicieron muecas mostrando los dientes porque podía ser la primera vez que veían un reflejo", dijo David Slater, que emprendió una expedición fotográfica en un parque nacional cerca de la isla Sulawesi.
Los monos con los que tropezó David, una especie de macaco negro crestado que se encuentra en peligro de extinción, están siendo estudiados por grupo científico holandés desplegado en la zona.
"JFK está registrando retrasos mientras el aeropuerto retira tortugas de la pista de aterrizaje", afirmó la compañía JetBlue Airways, la primera en alertar de lo ocurrido a través de su cuenta en Twitter.
Las "invasiones" de tortugas son un fenómeno que tienen lugar todos los veranos entre finales de junio y principios de julio coincidiendo con la temporada en la que abandonan las aguas de la cercana bahía de Jamaica, en Long Island, en busca de un lugar para desovar.
En esta ocasión han sido más de un centenar de tortugas que obligaron a cerrar la pista de aterrizaje 4L desde las 12.30 GMT, según informó la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
"Hemos tenido algunos retrasos esta mañana en el aeropuerto de Nueva York, pero nada que sea significativo", confirmó una portavoz de la FAA a The New York Post.
"La zona arenosa que está al otro lado de la pista de aterrizaje 4L es un lugar ideal para desovar", afirmó John Kelly, el portavoz de la Autoridad Portuaria, la empresa gestora del aeropuerto, al citado diario.
Bien conocidos por su lentitud, los animales iban despacio sin saber que provocaban el paro en el funcionamiento del aeropuerto.
Los funcionarios tardaron cerca de media hora en retirarlos de la pista y ponerlos en agua a cierta distancia del aeropuerto.
No es la primera vez que el funcionamiento del aeropuerto se ve afectado por causa de la madre naturaleza. Hace algún tiempo un ganso acabó atrapado en el motor de un avión. El piloto tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en la Bahía de Hudson.
Consejo aplicable a cualquier ámbito de la vida: