¡Que no cunda el pánico!
El animal, atraído por su imagen en la lente, robó la cámara de un viajero británico y se sacó varias fotos a sí mismo.
El hombre cree que el mono pudo autorretratarse al tocarla sin querer. Al principio, había junto a él otros simios que se espantaron por el sonido que hacía el aparato y que huyeron, para volver después movidos por la curiosidad.
"Al principio hicieron muecas mostrando los dientes porque podía ser la primera vez que veían un reflejo", dijo David Slater, que emprendió una expedición fotográfica en un parque nacional cerca de la isla Sulawesi.
Los monos con los que tropezó David, una especie de macaco negro crestado que se encuentra en peligro de extinción, están siendo estudiados por grupo científico holandés desplegado en la zona.
"JFK está registrando retrasos mientras el aeropuerto retira tortugas de la pista de aterrizaje", afirmó la compañía JetBlue Airways, la primera en alertar de lo ocurrido a través de su cuenta en Twitter.
Las "invasiones" de tortugas son un fenómeno que tienen lugar todos los veranos entre finales de junio y principios de julio coincidiendo con la temporada en la que abandonan las aguas de la cercana bahía de Jamaica, en Long Island, en busca de un lugar para desovar.
En esta ocasión han sido más de un centenar de tortugas que obligaron a cerrar la pista de aterrizaje 4L desde las 12.30 GMT, según informó la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
"Hemos tenido algunos retrasos esta mañana en el aeropuerto de Nueva York, pero nada que sea significativo", confirmó una portavoz de la FAA a The New York Post.
"La zona arenosa que está al otro lado de la pista de aterrizaje 4L es un lugar ideal para desovar", afirmó John Kelly, el portavoz de la Autoridad Portuaria, la empresa gestora del aeropuerto, al citado diario.
Bien conocidos por su lentitud, los animales iban despacio sin saber que provocaban el paro en el funcionamiento del aeropuerto.
Los funcionarios tardaron cerca de media hora en retirarlos de la pista y ponerlos en agua a cierta distancia del aeropuerto.
No es la primera vez que el funcionamiento del aeropuerto se ve afectado por causa de la madre naturaleza. Hace algún tiempo un ganso acabó atrapado en el motor de un avión. El piloto tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en la Bahía de Hudson.
Consejo aplicable a cualquier ámbito de la vida:
Una corte en Jerusalén condenó a un perro a morir apedrado por niños locales,al considerar que el animal era la reencarnación de un abogado que los había insultado hace 20 años.
Una corte rabínica de Jerusalén ha condenado a muerte a un perro del que se sospecha es la reencarnación de un abogado secular que insultó a sus miembros hace 20 años. El perro entró a la Oficina de Asuntos Monetarios del barrio judío ultraortodoxo de Mea Shearim perturbando la tranquilidad de los empleados. Y por alguna razón que ha sido considerarada como prueba de su transmigración, el perro no quiso a salir de las instalaciones.
Uno de los jueces recordó entonces una maldición que había proferido la corte a un abogado que había insultado a los jueces: la retribución preferida fue que el abogado reencarnara como un perro.
La heroicidad de la bombilla ha llevado a la ciudad de Livermore a realizar una fiesta anual en su honor. Sin duda, es sorprendente que en una época en donde los electrodomésticos se hacen con una durabilidad limitada, hay que alimentar al sistema capitalista, una simple bombilla dure más de un siglo funcionando.
Desde 1901 ha dejado ofrecer su luz en contandas ocasionadas: cuando cortaban la luz en la localidad y en el año 1976, cuando la estación de bomberos fue trasladada a un nuevo edificio. Esta 'rareza' cuenta con un filamento de carbono, aislado completamente por una esfera de vidrio y opera al vacío. Además consume tan solo 4 vatios.
Steve Porter, el dueño de Jessie, fue hace un par de semanas a cazar conejos con su amado perro de cuatro años de edad, concretamente al Monte Beckworth, en Victoria, Australia. En un momento dado del paseo el Jack Russell desapareció persiguiendo a un gato. Para Steve esta acción no era nada inusual ya que él y Jessie había estado por allí varias veces y el perro a menudo se alejaba persiguiendo a los animales. Sólo que esta vez su perro no volvió.
Los gemidos del animal le dieron de cara con la terrible realidad: había caído por una profunda grieta de 11 metros de profundidad y se había quedado atrapado debajo de dos enormes rocas, de tal manera que el perro sólo era capaz de mover sus patas delanteras y su cabeza. "Se trataba de una situación tan desesperada que la mayoría de la gente me hubiera dicho que era inútil sacarlo", afirma Steve al rotativo australiano Herald Sun.