La Amazonía de Perú, que ocupa más de la mitad del territorio nacional, ha comenzado a despertar el interés de empresas trasnacionales. Estas grandes compañías adquieren Bonos de Carbono correspondientes a enormes extensiones de tierras. Sin embargo, algunas comunidades indígenas denuncian que han sido engañadas.Diferentes empresas británicas han llegado hasta allí para adquirir los derechos sobre sus bosques o Bonos de Carbono, que son un mecanismo para reducir la emisión de CO2. Con la iniciativa, esperan obtener los créditos que podrían otorgarse por haber reducido las emisiones excesivas causadas por la
deforestación desmedida. Pero muchos denuncian posibles violaciones a los derechos de los pueblos originarios durante este proceso.
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Ya hemos tenido estos primeros intentos de actos de mala fe, donde algunas personas extranjeras están viniendo a querer hacer un convenio y, es más, un convenio en inglés, en un idioma que no es de los pueblos originarios, y sin la debida lectura ni comprensión, quieren firmar contratos para este negocio de carbono por 40 años", manifiesta Alberto Pizango, presidente de
Aidesep, organización que reúne a diferentes organizaciones sociales de la Amazonía peruana.
Se abrió el camino para esta negociación después de una reunión que hubo en la ONU, donde se creó un programa llamado
REDD(Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) el cual tenía, en principio, la intención de pagarle a los países pobres, o en desarrollo, que demostraran haber disminuido la contaminación de la atmósfera y de esta manera evitar consecuentemente la tala desmedida de sus bosques.
El problema surgió cuando se redactó un informe donde se decía que las naciones subdesarrolladas no podrían comprobar la
reducción de carbono por falta de tecnología. Por lo tanto, los que sí cuentan con esas herramientas quieren adquirir las concesiones de esas tierras.
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Lamentablemente el estado peruano es un estado muy debilitado y no le permite tener una posición de fuerza frente a las grandes empresas, entonces ahí está el problema; por eso es que se producen también los conflictos", señala Juan Vaccari, director ejecutivo del Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente peruano.