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El Departamento de Justicia de EE.UU. terminó una investigación de cuatro años del controvertido, y a veces brutal, tratamiento de detenidos por parte de la CIA y cerró dos investigaciones finales por homicidio sin formular cargos. La decisión provocó indignación entre partidarios de los derechos humanos.El fiscal general (ministro de Justicia) de EE.UU., Eric Holder, anunció el jueves que
no se formularán cargos en los casos de dos presuntos terroristas que murieron mientras estaban detenidos por la CIA, uno en Iraq en el 2003 y el otro en Afganistán en el 2002. "La evidencia admisible no habría sido suficiente para obtener y sustentar una condena más allá de toda duda razonable", dijo Holder.
Gul Rahman murió en el 2002 en una prisión secreta de Afganistán conocida como "Foso de sal"
después de haber estado atado a un muro a temperaturas cercanas al punto de congelación. Manadel al-Jamadi, también un presunto combatiente, murió en el 2003 en Abu Ghraib en Iraq,
donde su cadáver fue fotografiado, envuelto en plástico y en hielo.Los dos casos fueron los veredictos finales de una amplia investigación criminal por parte del fiscal federal John Durham de técnicas de interrogación utilizadas durante la presidencia de George W. Bush. Durham determinó que una serie de presos nunca estuvieron detenidos por la CIA, y todos los casos se han cerrado sin formular cargos.
Durham examinó el tratamiento infligido a 101 presos que fueron detenidos por EE.UU. después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. La investigación, que duró más de cuatro años, comenzó en el 2008 después de una investigación de la destrucción por parte de la CIA de videos de interrogatorios de presuntos terroristas. El caso se amplió, posteriormente, para que incluyera las muertes de los dos prisioneros.
La decisión provocó indignación en los grupos de derechos humanos.