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La financiación de una campaña electoral siempre ha sido muy importante en Estados Unidos, la capacidad para recaudar dinero es una medida de cómo le está yendo a un candidato. Pero en esta ocasión, se están viendo donaciones sin precedentes, nuevas maneras de introducir dinero en las elecciones y de influir en el proceso.Además de las abultadas arcas de campaña de cada candidato que, sin embargo, sólo puede recibir hasta ciertas sumas determinadas por las autoridades electorales,
nuevas reglas permiten a individuos y corporaciones donar decenas de millones de dólares a causas afines a su partido o candidato preferido.
El nuevo sistema puede afectar cualquier contienda electoral, desde la municipal y la estatal hasta la federal, pero es en las presidenciales donde tiene el mayor efecto.
En 2012, el dinero se ha vuelto más importante y más preocupante que nunca, dicen los observadores.
Aumento exponencialLas sumas que se mueven han estado subiendo exponencialmente con cada temporada electoral. Antiguamente, un candidato recibía fondos federales -recaudados de los impuestos- de acuerdo al número de donaciones que había recibido. Así se garantizaba una suma respetable para la campaña y condiciones más o menos niveladas para los contrincantes.
Un candidato podía recibir unos US$40 o US$50 millones pero con condiciones: había límites en cómo y dónde se podía gastar ese dinero.
En 2008, Barack Obama optó por no recibir fondos federales. Aunque sus simpatizantes estaban limitados en lo que podían dar, la campaña no tuvo restricciones sobre cómo utilizar esas donaciones.
Comentario: A pesar de las bellas palabras, lo que se propone no deja de ser un gobierno mundial y un banco mundial, para salir de una crisis que ha sido provocada deliberadamente, por lo que en vez de pagar los responsables de las misma, pagariamos los ciudadanos que pasariamos a estar bajo el yugo de una organización mundial.