© DesconocidoLos europarlamentarios votan durante una sesión plenaria del Parlamento Europeo
Los lobbies influyen en Bruselas rozando “la ilegalidad”
Aunque muchos grupos de presión utilizan técnicas tradicionales como reunirse con funcionarios y eurodiputados, otros "usan tácticas poco éticas, que rozan la ilegalidad", cuenta Belén Balanya, fundadora del Observatorio Europeo Corporativo (CEO).
"Una táctica habitual es utilizar a un think tank o a una falsa ONG para publicar un informe cuyas conclusiones beneficien a sus intereses, por ejemplo, con la táctica del miedo, diciendo que si una determinada directiva sale adelante se perderán muchos puestos de trabajo", cuenta.Las ONG estiman que entre
10.000 y 30.000 lobistas trabajan en la sede de la Unión Europea, lo que sitúa a la capital comunitaria a la misma altura que el otro gran núcleo mundial de los grupos de presión: Washington.
La Comisión Europea tiene la iniciativa legislativa en Bruselas, así que los lobbies intentan participar de la redacción de las futuras normas trabajando como expertos colaboradores para la Comisión Europea, denuncia el CEO Según Transparencia Internacional, dos tercios de los expertos que diseñaron la legislación financiera, un sector cuya desregulación ha exacerbado la crisis, pertenecían a empresas dedicadas a esa actividad.