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A continuación la semilla de un sistema de cooperativas que en poco tiempo podría modificar toda una comunidad en beneficio del obrero con un mínimo de empuje económico inicial. Su propagación sería firme y auto sustentable.A. Partiendo de una suma inicial que pudiera ser un préstamo bancario, público o de un benefactor económico privado en el mejor de los casos, se pone un negocio cualquiera dirigido a consumidores locales. Un restaurante, por ejemplo. Si dicho negocio necesita diez empleados para operar, estos saldrán forzosamente de la localidad en donde se encuentre el restaurante y esas diez personas ganarán exactamente lo mismo, independientemente del cargo que desempeñen. Esa es la regla básica conforme a la cual se lleva a cabo la contratación. Quien inicia el negocio será el responsable del préstamo ante el banco, el gobierno o el benefactor y su trabajo consistirá en ser, digamos, el director general de la empresa, pero ganará lo mismo que el resto de los empleados, lo mismo que el lavaplatos, el cocinero y el gerente, hombres o mujeres. Las ganancias después de los gastos fijos y los sueldos, reportadas a los empleados-socios una vez al mes o cuando la mayoría decida verlas, se guardan íntegras en una cuenta de banco. Si hay pérdidas, estas saldrán de los salarios. Por eso es importante que el restaurante o negocio en cuestión esté orientado a la gente local y que los empleados salgan de ahí, porque serán ellos quienes, con el incentivo de no solo ser empleados sino también socios del lugar por el solo hecho de trabajar ahí, atraerán a la gente de la localidad para que en lugar de gastar su dinero en algún establecimiento comercial de una gran empresa o una franquicia cualquiera, lo gasten ahí, con ellos, como apoyo.