El Tribunal Supremo de Justicia de Corea del Sur señaló que las empresas Monsanto y Dow Chemicals son responsables de las enfermedades que causó el químico denominado "agente naranja" durante la Guerra de Vietnam. La confirmación de la sentencia dictamina que las empresas deberán indemnizar a 39 ex combatientes demandantes con un total de 466 millones de wons coreanos - alrededor de 414.158 dólares-.
El tribunal consideró que estaba probada la relación entre el químico y las enfermedades que se desarrollaron en los ex militares de su país que participaron en el enfrentamiento bélico de los años 60 en el que Estados Unidos atacó Vietnam. En el 2006, un tribunal previo había condenado a ambas empresas a resarcir a alrededor de 7 mil surcoreanos. Si bien el Supremo sólo reconoció 39 casos, l
a condena es la primera en su tipo. A su vez, el fallo es un pequeño golpe a la impunidad de Monsanto, que durante décadas basó su estrategia de defensa en señalar sólo a los gobiernos como responsables de los crímenes químicos. "Creemos que las consecuencias adversas que presuntamente han surgido de la guerra de Vietnam, incluyendo el uso del Agente Naranja, deben ser resueltos por los gobiernos que estuvieron involucrados",
enfatizan desde la transnacional.
Lejos de ser responsabilidades excluyentes, el Estado estadounidense y la empresa condenaron la vida de centenares de miles de personas y el desarrollo sano y productivo del medio ambiente. Además de los ex combatientes, los efectos del "agente naranja" siguen causando malformaciones, minusvalías - físicas y psíquicas- y casos de cáncer en las nuevas generaciones. En el año 2010, la Asamblea Nacional de Vietnam anunció que cuatro millones de personas estaban contaminadas.
Se estima que alrededor de 80 millones de litros de la dioxina fueron esparcidos en los años 60 por los estadounidenses en Vietnam, con el objetivo de destruir la vegetación y eliminar los espacios productivos. Uno de los lugares más contaminados en la actualidad es la zona cercana a la base de Danang, con niveles de toxinas 400 veces superiores a las tolerables para la salud.