En la jerga del periodismo posmoderno, una fuente de información se califica como "independiente" si la financia Estados Unidos. Por el contrario, si la financia Rusia, no cabe duda: se trata de "desinformación".
Por lo tanto, para saber quién financia a quién, no hay más que leer las etiquetas que le ponen los medios de comunicación convencionales.
Por ejemplo, el tinglado "Reporteros Sin Fronteras" (
RSF) es "independiente" porque fue creado y financiado por Estados Unidos y en uno de sus últimos informes se muestran preocupados porque los medios "independientes" del mundo están desapareciendo, lo cual, traducido al lenguaje corriente, quiere decir que lo que, en realidad, está desapareciendo es la financiación estadounidense.
Como los reporteros de esos medios eran parásitos que vivían de las subvenciones estadounidenses, ahora tienen que empezar a trabajar para ganarse la vida de otra manera. Les ocurre algo parecido a los periodistas españoles que en la transición cobraban del "fondo de reptiles" para blanquear el franquismo. Es lógico que se lamenten porque hasta ahora han vivido bien.