Hablar de tejido muscular o de tejido adiposo, significa hablar de movimiento y energía. Efectivamente, mientras que el primero produce un desplazamiento gracias a la contracción muscular, el segundo se convierte en el almacén donde se guarda, en forma de triglicéridos, el exceso de nutrientes de la dieta.Pero a pesar de estas diferentes funciones y en principio no contrapuestas, la tendencia natural es la de desear bastante del primero, y no tanto del segundo.
Es lógico, el aspecto estético es importante; un cuerpo musculado y definido es siempre algo deseado por la gran mayoría, y aunque quizás no sea cuestión de poseer una elevada masa muscular, siempre parece deseable no pasarse con la cantidad de grasa corporal.
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Pero dejando de lado la cuestión estética, hay algo que si parece preocupar a todo el mundo: la salud.Antiguamente el sobrepeso y la salud no estaban reñidos, e incluso poseer cierto volumen corporal era considerado como un signo inequívoco de salud. Pero hoy en día, el sobrepeso empieza a ser señalado descaradamente como un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el propio cáncer.
Este cambio de valoración no es arbitrario. Efectivamente,
el tejido adiposo ha pasado de ser un mero almacén pasivo de triglicéridos, a ser considerado un órgano endocrino con capacidad de emitir una serie de hormonas y citoquinas que regulan el balance energético y la respuesta inmune, alterando el correcto funcionamiento de otras hormonas como la insulina.Pero lo que cabría preguntarse, es si realmente el tejido adiposo puede ser considerado siempre como un factor de riesgo, o sólo en determinadas circunstancias la grasa almacenada podría contribuir de algún modo a la enfermedad. Es posible que esto último sea lo más correcto. Es cierto que el perímetro de la cintura es un factor que se correlaciona directamente con las enfermedades metabólicas o cardíacas, pero podría ser que esto no ocurra en todos los casos. Entonces, ¿de qué dependerá?, la respuesta la podríamos encontrar en el funcionamiento del tejido muscular.
Comentario: El problema es que el virus del Ébola parece ser peor de lo que estamos viendo publicado en los medios. La misma OMS declaró que se trata de una emergencia internacional y, antes, que está completamente fuera de control. Otro grave problema es que los virus mutan y al parecer éste está mutando y dando indicios de que puede convertirse en un virus transmisible por las vías aéreas. No lo sabemos con certeza, pero sí sabemos que de ser así, ciertamente NO estamos preparados para sobrellevar una epidemia global de semejante amplitud...
Mientras tanto, lo que podemos hacer es aprender de la historia, sobre una época en que un virus muy similar al Ébola mató a miles de personas:
* Cosmos, virus y el regreso de la Peste Negra
* Nueva luz sobre la Peste Negra: La conexión cósmica
* Pestilencia, la Gran Peste y la Cura del Tabaco