Traducido por el equipo de SOTT.netTeníamos una solución barata para salvar vidas tanto antes como durante la pandemia...

© Inline ImagesVitamina D3
La verdad incómoda es que incluso al comienzo de la pandemia de COVID-19, un tratamiento muy simple, barato y eficaz estaba disponible que podría haber salvado la mayoría de las vidas perdidas (1-3).
Todo lo que la OMS y la burocracia de la salud pública tenían que hacer era recomendar y alentar a la gente a tomar suficiente vitamina D3.Esta falta de acción se remonta al sesgo acientífico y la obsesión provacunas del Dr. Anthony Fauci. Y una vez más, los medios de comunicación tradicionales, pagados por el gobierno estadounidense y la industria farmacéutica para promover la vacunación, actuaron censurando, difamando y suprimiendo la capacidad de los médicos para informar a la gente de la verdad científica. La enfermedad que usted sufrió, la pérdida de vidas entre su familia y amigos, podría haberse reducido en gran medida simplemente recibiendo suficiente vitamina D3. Este es otro ejemplo de lo que ocurre cuando se permite a burócratas no electos controlar la libertad de expresión. Crímenes contra la humanidad.
La eficacia de la vitamina D3 como tratamiento profiláctico potenciador del sistema inmunitario contra la gripe y otros virus respiratorios de ARN se descubrió por primera vez en 2006 (4, 5). A pesar de que este tratamiento es asombrosamente eficaz para prevenir la muerte (al reforzar el sistema inmunitario), nunca ha sido investigado por los NIH, promovido por los CDC o por el gobierno estadounidense para el tratamiento de la influenza. Un problema importante ha sido que variables no controladas de dosificación, tiempo de dosificación y estado de la enfermedad han dado lugar a resultados inconsistentes en los ensayos clínicos (como hemos visto con los ensayos COVID de Ivermectina e Hidroxicloroquina). Sin embargo,
cuando la vitamina D3 se administra profilácticamente en dosis suficientes, hay pruebas claras y convincentes de que niveles sanguíneos de vitamina D de alrededor de 50 ng/ml reducirán sustancialmente la infección sintomática, la enfermedad grave y la mortalidad.
Comentario: ¿Qué podría salir mal?