La OTAN gastará 3.000 millones de euros para adquirir y hacer funcionar de manera común cinco drones (aviones sin piloto) concebidos por los estadounidenses en el marco de un ambicioso programa de vigilancia aérea en Europa, anunció el miércoles un responsable de la Alianza Atlántica.
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Trece países de la OTAN, entre ellos Alemania, Italia, Rumania y Estados Unidos, invertirán 1.000 millones de euros en la adquisición de aviones de reconocimiento sin piloto de tipo Global Hawks, fabricados por el estadounidense Northrop Grumman.

Gastarán además 2.000 millones de euros en el funcionamiento del sistema global de vigilancia, denominado Alliance Ground Surveillance (AGS), durante dos décadas, a partir de la base aérea de Sigonella en Sicilia (Italia), precisó el responsable.

"La reciente operación en Libia ilustró la importancia de esos equipos", explicó el responsable.

Los aviones europeos realizaron la mayor parte de las salidas sobre Libia, pero apoyándose esencialmente en informaciones recopiladas gracias a drones del ejército estadounidense.

El lanzamiento de AGS, en discusión desde 1992, fue oficializado a inicios de febrero por los ministros de Defensa de los 28 países de la OTAN.

Francia y el Reino Unido decidieron asociarse al AGS, aunque sin financiarlo, pues están desarrollando capacidades similares.

Los ejércitos franceses y británicos contribuyeron "en especies" con el dron británico Sentinel y el futuro sistema francés Heron, basado en una tecnología israelí.

AGS se hace en el marco de los programas desarrollados por la OTAN para "mutualizar los medios" para minimizar las reducciones de los presupuestos militares por la crisis económica.

Los drones van a ser comprados por trece países: Alemania, Bulgaria, Estonia, Italia, Lituania, Letonia, Luxemburgo, Noruega, República Checa, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y Estados Unidos.