A una distancia de 27.000 años luz, los astrónomos han descubierto una inusual molécula basada en el carbono y de estructura ramificada dentro de una nube de gas gigante en el espacio interestelar. Este descubrimiento sugiere que las moléculas complejas necesarias para la vida pueden tener sus orígenes en el espacio interestelar.

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© Y. Beletsky / ESOLa vibrante corriente estrellada de la Vía Láctea que rodea los radiotelescopios del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, más conocido como Observatorio ALMA, en el desierto de Atacama de Chile.
Con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, más conocido como Observatorio ALMA, un grupo de radiotelescopios financiados parcialmente a través de la National Science Foundation, los investigadores estudiaron la gaseosa región de formación estelar de Sagitario B2.

Los astrónomos de Cornell, el Instituto Max Planck de Radioastronomía y la Universidad de Colonia (Alemania) describen su descubrimiento en el journal Science (26 de septiembre)

Las moléculas orgánicas, por lo general, se hallan en estas regiones de formación de estrellas y consisten en una sola "columna" de átomos de carbono dispuestos en una cadena lineal. Dada la estructura de carbono ramificadas de cianuro isopropílico, es la primera detección de una molécula interestelar de esta forma, indica Rob Garrod, investigador asociado del Centro de Radiofísica e Investigación Espacial en la Univ. de Cornell.

Esta detección abre una nueva frontera a la complejidad de las moléculas que pueden formarse en el espacio interestelar y que podría, en última instancia, encontrar su camino hacia la superficie de los planetas, señala Garrod. La estructura de carbono ramificado de cianuro isopropílico es una característica común de las moléculas necesarias para la vida, como los aminoácidos, que son los bloques de construcción de proteínas. Este nuevo descubrimiento refuerza la idea de que las moléculas biológicamente importantes, como los aminoácidos que se encuentran comúnmente en los meteoritos, se producen tempranamente en el proceso de formación de estrellas, incluso antes de que se formaran los planetas como la Tierra.

Garrod, junto con los autores principales, Arnaud Belloche y Karl Menten, ambos del Instituto Max Planck de Radioastronomía, y Holger Müller, de la Universidad de Colonia, trataron de examinar la composición química de Sagitario B2, una región cercana al centro de la Vía Láctea, una zona rica en moléculas orgánicas complejas interestelares.

Con ALMA, el grupo llevó a cabo un sondeo espectral completo, en busca de las huellas de las nuevas moléculas interestelares, llevado a cabo con una sensibilidad y resolución 10 veces mayor que en sondeos anteriores.

El objetivo del Observatorio ALMA es la búsqueda de los orígenes cósmicos a través de un conjunto de 66 sensibles antenas de radio, dispuestas a una elevada altitud y el aire seco del desierto de Atacama, al norte de Chile. El conjunto de radiotelescopios funcionan al unísono para formar un "ojo" gigantesco que sigue escudriñando el cosmos.
"Comprender esta producción de materia orgánica en las primeras etapas de formación de estrellas es fundamental, para unir las piezas de una progresión gradual de moléculas simples hasta la química potencialmente portadora de vida", dijo Belloche.
Cerca de 50 características individuales de cianuro isopropilo (y 120 para el cianuro propilo normal, su molécula hermana en la cadena lineal), fueron identificadas en el espectro por ALMA, en la región Sagitario B2. Las dos moléculas de cianuro isopropílico y de cianuro propilo normal, son también las más grandes moléculas detectadas en una región de formación de estrellas.

- Fuente: Cornell University .
- Publicación: A. Belloche, R. T. Garrod, H. S. P. Muller, K. M. Menten. Detection of a branched alkyl molecule in the interstellar medium: iso-propyl cyanide. Science, 2014; 345 (6204): 1584 DOI: 10.1126/science.1256678 .