El descubrimiento de fosas comunes en el este de Ucrania desvela un genocidio en el este de Ucrania, declaró este viernes el jefe del Parlamento ruso, Seguéi Naríshkin.
© REUTERS/ Maxim Shemetov
"En los territorios que recientemente controlaba Kiev han sido encontrados muchos cadáveres de civiles asesinados y torturados, además se encuentran nuevas y nuevas fosas comunes secretas.
Esos datos no sólo empeoran las estadísticas de caídos, ya que detrás de ellos aparecen las huellas de un genocidio, de la eliminación de representantes del grupo étnico rusoparlante por el simple hecho de pertenecer a ese grupo", subrayó Naríshkin en una reunión del grupo de contacto de la OSCE para Ucrania.
Las milicias de Donetsk descubrieron el pasado 23 de septiembre cerca de la ciudad varias fosas comunes donde se encuentran enterrados los cadáveres de civiles asesinados por las fuerzas de seguridad de Ucrania, según afirmaron testigos locales.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, informó este miércoles que en las sepulturas masivas se encuentran unos 400 cuerpos y afirmó que Rusia había informado a la OSCE, el Consejo Europeo y la ONU y exhortó a llevar a cabo una investigación.
Anteriormente se informó que el Comité de Investigación de Rusia abrió un expediente penal que investiga el genocidio de la población de habla rusa en Donbás.
Comentario: Ni siquiera se encuentran palabras para expresar claramente la inhumanidad de estas acciones. Parecen más bien orientadas a traumatizar a una población por medio de actos de terror más que cualquier otra cosa.
Aunque un ataque terrorista afecta directamente sólo a una porción muy pequeña de una población, el país entero puede sentir sus efectos. Este fenómeno tiene sus raíces en el sistema límbico. "[E]l sistema límbico juega un papel dominante en la regulación de nuestros sentimientos, la accesibilidad de nuestros memorias, nuestras motivaciones para actuar, nuestra capacidad de dar sentido a nuestras experiencias, e incluso nuestras conciencias" (77). "[C]onciencia es un sentimiento apremiante de la obligación que siempre se basa en nuestra propensión a relacionarnos con los demás ... ahí está precisamente nuestra capacidad de crear vínculos emocionales que da origen a el carácter moral ..." (75).
"[C]on información de cualquiera o de todos nuestros sentidos, procesada por el sistema límbico, podemos percibir el estado interno de otro ser humano - su estado fisiológico y emocional- que de otro modo sería "a ciegas ".. .. No sólo el sistema límbico nos permite percibir las emociones de los demás ... funciona, también, para alinear nuestras emociones con aquellos de la gente que nos rodea, y viceversa. " (78)
De esta manera, el trauma de un evento terrorista es contagioso. Somos afectados cada uno por el estado emocional de los que nos rodean, todos nos convertimos en traumatizados. "[L]a resonancia límbica es una de las muchas razones por las que la personalidad, y sobre todo el carácter, deben ser consideraciones primordiales en la elección de nuestros líderes. Para bien o para mal, un líder de alto perfil puede tener una influencia emocional que irradia en un gran número de personas" (83).
Líderes maquiavélicos son capaces de explotar este hecho muy bien, ya que son psicópatas. No sienten ningún remordimiento de conciencia, no hay dolor a la vista de un cuerpo mutilado. Nada perturba su naturaleza fría, cruel y sin emociones.
Cuando un líder opta por explotar este contagio, en lugar de calmarlo y curarlo, él está participando en lo que Stout llama "guerra límbica." "Si un líder opta por centrar la atención del grupo sobre los terribles "otros" -si él o ella golpea el interruptor de paranoia instalado por el trauma- el nivel de miedo del grupo es probable que se mantenga desmesurado durante mucho tiempo, y, sin importar si él es competente, la autoridad percibida del líder se mantendrá ... [D]espués de un trauma grupal, cambios sociales a gran escala pueden ser inaugurados, de forma deliberada o no, por un puñado de alarmistas que juegan a la ira y paranoia de una población vulnerable " (92-3, 95). Es en estos puntos claves en la historia que los países están listos para la patocracia, una enfermedad macrosocial que puede durar décadas - incluso siglos.
Guerra límbica y "El interruptor de la Paranoia" de Martha Stout
Comentario: Ni siquiera se encuentran palabras para expresar claramente la inhumanidad de estas acciones. Parecen más bien orientadas a traumatizar a una población por medio de actos de terror más que cualquier otra cosa.