Un nuevo estudio publicado en Cell Press, un journal Current Biology, el 2 de octubre podría volver a escribir la historia de los simios y la evolución del cerebro humano. Mientras que el neocórtex del cerebro ha sido llamado "el mayor logro de la evolución y el sustrato biológico para la destreza mental humana", las recientes comparaciones de tasas evolutivas muestran que el cerebelo se expandió hasta seis veces más rápido de lo anticipado por la evolución de los simios, incluidos los humanos.
Imagen
© Desconocido
Los hallazgos sugieren que la inteligencia técnica fue al menos probablemente tan importante como la inteligencia social en la evolución cognitiva humana, dicen los investigadores.

"Nuestros resultados ponen de relieve un papel previamente no apreciado en la evolución del cerebro del mono y del humano que tiene el potencial de reorientar el pensamiento de los investigadores acerca de cómo y por qué los cerebros de estas especies se han distinguido y cambiar la atención desde un enfoque casi exclusivo en el neocortex hasta el establecimiento de nuestra humanidad", comenta Robert Barton, de la Universidad de Durham, en el Reino Unido.

El cerebelo se había visto principalmente como una región del cerebro implicada en el control del movimiento, añade Chris Venditti de la Universidad de Reading. Pero la evidencia más reciente ha comenzado a sugerir que el cerebelo tiene una gama más amplia de funciones. El cerebelo contiene también un intrigante gran número de neuronas densamente empaquetadas.

"En los seres humanos, el cerebelo contiene cerca de 70 mil millones de neuronas, cuatro veces más que el neocórtex", señala Barton. "Nadie sabe realmente para qué son todas estas neuronas, aunque deben estar haciendo algo importante."

El neocórtex ha conseguido la mayor parte de la atención, en parte porque en principio es una gran estructura. A consecuencia de ello, en el estudio de las variaciones en el tamaño de varias regiones del cerebro, el neocórtex parecía mostrar la mayor expansión. Sin embargo, gran parte de ese aumento de tamaño podría ser explicado por el tamaño del animal en su conjunto. Los cachalotes tienen un neocórtex que es proporcionalmente más grande que el de los humanos, por ejemplo.

Mediante el uso de un método comparativo que controlaba esas diferencias en la forma en que las dos estructuras del cerebro se correlacionan, Barton y Venditti, descubrieron un patrón sorprendente: Tanto los simios como los seres humanos parten de la correlación ajustada de tamaño entre el cerebelo y el neocortex que se ha encontrado a través de otros primates, debido a la relativamente rápida expansión evolutiva del cerebelo.

Barton y Venditti dicen que, el cerebelo parece estar particularmente involucrado en la organización temporal de las secuencias de comportamientos complejos, como los que participan en la fabricación y uso de herramientas, por ejemplo. Curiosamente, estas evidencias está emergiendo a través de un papel crítico del cerebelo en el lenguaje.

Mientras que aún queda mucho por desvelar, el nuevo estudio establece al cerebelo como "la nueva frontera para la investigación de las bases neuronales de las habilidades cognitivas avanzadas", afirman los investigadores.