Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 800.000 personas se quitan la vida y otras muchas lo intentan sin éxito. El suicidio es más habitual de lo que se cree, de hecho en 2012 fue la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. Es un fenómeno global, que afecta a todos los países y a los diferentes estractos socioeconómicos y que ha aumentado un 60% en los últimos 45 años.
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Cada 10 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Previsión del Suicidio; el objetivo de esta fecha es concienciar sobre un problema grave de salud pública que podría evitarse con el desarrollo de estrategias eficaces por parte de los organismos nacionales.

¿Quién está en peligro?

Las personas que padecen alguna enfermedad mental, especialmente depresión y otros trastornos como alcoholismo y dependencia a sustancias estupefacientes, son los principales factores de riesgo de suicidio en Europea. Aunque los datos confirman que estas son las principales causas que llevan a quitarse la vida, hay un porcentaje que se reserva a respuestas impulsivasen momentos de crisis que merman el sentido común y la capacidad para plantar cara a los problemas. Además, las experiencias traumáticas también pueden derivar en conductas suicidas.

¿Qué estrategías existen para la prevención?

En primer lugar, los países deben llevar un control exahustivo de los métodos comunes de suicidio, como armas de fuego y productos tóxicos. Por otro lado, se deberán adoptar medidas multisectoriales que educan a favor de la prevención. Los casos de intento fallido tendrán que someterse a tratamientos adecuados a su trastorno y necesitarán tutela profesional.

Desafios

La OMS afirma en su página web que la prevención del suicidio no se está abordando de manera correcta y que existe una acusada falta de sensibilización sobre el problema. Todavía hay un enorme tabú social que impide hablar de estas cuestiones abiertamente y eso estigmatiza a las víctimas. De igual manera, los sistemas de información y notificación de casos exige mejoras profundas. Los planes de prevención del sucidio requiere del trabajo conjunto de distintos sectores como el de la salud, la educación, el derecho, la política y la justicia, entre otros.