- Al 'Piggate', sobre el cual el primer ministro no se ha pronunciado, se sumaron hoy nuevas revelaciones sobre sus juergas con la 'jet set'.
- Cameron: consumidor de drogas y practicante de la zoofilia, según una biografía no autorizada.
Serializada por The Daily Mail, la primera entrega de 'Call me Dave' (Llámenme Dave), que saldrá a la venta en octubre, ha dado la vuelta al mundo al desvelar la supuesta participación del conservador Cameron, de 48 años, en fiestas con drogas y orgías estudiantiles.
Sus presuntas peripecias como miembro de la exclusiva sociedad Piers Gaveston cuando era estudiante en la universidad inglesa de Oxford dieron lugar al 'Piggate' o 'escándalo del cerdo', que acaparó las portadas de la prensa y las redes sociales.
Según el libro, escrito por el exvicepresidente del Partido Conservador Michael Ashcroft, con la ayuda de la periodista Isabel Oakeshott, Cameron participó en un "ritual de iniciación" en el que "tuvo que introducir una parte de su anatomía en la boca de un cerdo muerto".
Este acto, del que no se tienen pruebas, provocó un aluvión de chistes y comentarios en Twitter, donde proliferaron además las fotos de la Señorita Peggy de los Teleñecos y el personaje de dibujos animados Peppa Pig.
Las fiestas con la 'jet set': cocaína, heroína o éxtasis
Al 'Piggate', sobre el cual el primer ministro no se ha pronunciado, se sumaron nuevas revelaciones sobre sus juergas con la 'jet set' británica en la acomodada región inglesa de los Cotswolds, donde un grupo de ellos tiene segundas residencias.
The Daily Mail asegura que en Nochevieja y otras ocasiones Cameron y su esposa, Samantha -de origen aristocrático y educados en elitistas colegios-, se juntaban con millonarios en fiestas donde se consumía alcohol y drogas de "clase A" (lo que en este país incluye cocaína, heroína o éxtasis).
Entre los asiduos a los saraos en Chipping Norton estaban, de acuerdo con la biografía, la familia del magnate de la prensa Rupert Murdoch, el expresentador del popular programa del motor 'Top Gear' Jeremy Clarkson o el bajista del grupo musical Blur, Alex James.
También se codeaban con el entonces líder de la oposición Charlie y Rebekah Brooks, la exdirectora de los periódicos The Sun y News of the World que fue procesada y exculpada en el caso de las escuchas telefónicas ilegales en la prensa del Reino Unido.
Cameron "no se identifica" con el perfil que se ha dado de él
Pese al impacto del 'escándalo del cerdo' y la curiosidad por el resto de las revelaciones no parece que, salvo sorpresas de última hora, esta biografía pueda hacer tambalearse al Gobierno de Cameron, que disfruta de mayoría absoluta.
Un portavoz del primer ministro ha afirmado que este "no se identifica" con la imagen que se ha pintado de él y el ministro de Economía, George Osborne, se negó a "dignificar" el nuevo libro haciendo comentarios.
La única revelación que de momento puede tener más impacto político es la confesión del propio Ashcroft, una de las mayores fortunas del Reino Unido y principal donante conservador, de que debatió ya en 2009 con Cameron su polémico estatus fiscal de "no domiciliado" en el Reino Unido.
En vísperas de las elecciones de mayo de 2010, que ganó sin mayoría absoluta, el líder tory aseguró que acababa de enterarse de que el multimillonario tenía ese estatus, que le permitía evadir impuestos.
La actual oposición laborista ha pedido detalles del supuesto pacto con Ashcroft, que desde entonces ha cambiado su condición fiscal para conservar su escaño en la Cámara de los Lores.
Un factor que empaña las revelaciones, y que hasta cierto punto protege al jefe del Gobierno, es la declaración del autor de la biografía de que tiene una cuenta pendiente con él.
En el prólogo del libro, Ashcroft, de 69 años, admite que no tiene a Cameron en gran estima, pues este no le ofreció un cargo que le había prometido antes de llegar al poder por primera vez hace cinco años, en coalición con los liberaldemócratas.
Comentario: Así que el Primer Ministro británico no sólo era un estudiante vividor y asiduo a las drogas, sino que tomaba parte en las más extrañas perversiones sexuales con tal de asegurar un lugar en una sociedad exclusiva. Si a esto le sumamos los recientes escándalos de pedofilia por parte de miembros de la élite británica, ¿qué clase de gobierno tiene realmente ese país, sino una patocracia; es decir, un gobierno de personalidades patológicas?
Pero nada de esto impide a los medios y al mismo Cameron atacar incesantemente a Jeremy Corbyn, el nuevo líder del partido laborista, quien es prácticamente el único político en estos momentos que realmente quiere lo mejor para la población de Gran Bretaña. Se le llama una amenaza a la seguridad y se le reprocha no haber cantado el himno nacional en un acto oficial. Ah, ¿¿pero se supone que debemos aceptar que eso es más grave que tener sexo con niños o animales, o llevar a cabo guerras ilegales en Medio Oriente??
En el Reino Unido, ¡los locos se han apoderado del manicomio!