Por primera vez en su historia, el jefe de la Organización de Estados Americanos invocó la Carta Democrática contra Venezuela sin la solicitud y voluntad de un Ejecutivo legítimo en funciones, accediendo así a la petición de la oposición parlamentaria venezolana contra el presidente Nicolás Maduro en lo que su gobierno consideró como una maniobra "ilegal" e intervencionista.
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El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro convocó a la Comisión Permanente para evaluar si Venezuela ha sufrido una "alteración del orden constitucional" que "daña gravemente el orden democrático". Almagro, en una declaración, afirmó que "la crisis institucional en Venezuela demanda cambios inmediatos al poder Ejecutivo".

El secretario general entregó un documento de 132 páginas firmado por él documentando las diferentes dimensiones de la actual crisis en Venezuela y ofrece múltiples recomendaciones incluyendo que se permita realizar el referéndum sobre el presidente Maduro este año, la liberación de presos políticos y una "restauración" del equilibrio de poderes entre la Asamblea Nacional y la Suprema Corte (texto del documento).

Casi todas las recomendaciones son precisamente las presentadas por una comisión de legisladores venezolanos de oposición que se reunió con Almagro hace unas semanas para solicitarle invocar la carta democrática.

Al invocar la Carta Democrática, la Comision Permanente es convocada a una sesión de emergencia -la primera parte se hará de inmediato este mismo miércoles, según un comunicado de la organización y una segunda en algún momento entre el 10 al 20 de junio- y si dos tercios de los 34 Estados miembros consideran que el gobierno ha socavado la democracia Venezuela puede ser suspendido de la OEA.

La OEA informó que se realizará la sesión de la Comision Permanente "para abordar el rompimiento del orden constitucional y su efecto grave sobre el orden democrático" en Venezuela.

El embajador de Venezuela ante la OEA Bernardo Álvarez, en entrevista hoy con La Jornada, consideró que que la decisión del secretario general es "ilegal, es anti-diplomática, politiza la Carta de la OEA" ya que Almagro está "absolutamente sin calificación alguna para opinar sobre Venezuela". Agregó que Almagro "es un hombre con un agenda política clara" sintonizada con algunas corrientes dentro de Venezuela. "Está haciendo acciones a la libre, por su cuenta", acusó, señalando que el informe sobre Venezuela no fue solicitado por nadie.

"Esto es una especie de telenovela con entrega por capítulos", a través de más de 150 tuits de Almagro en los últimos meses. Aclaro que la Carta Democrática sólo puede ser invocada por solicitud del gobierno del país afectado o, solo en el caso de la inexistencia de un gobierno legítimo, por otro país miembro o el secretario general "y eso no es el caso aquí".

Con este paso culmina lo que ha sido una creciente disputa sobre el papel de la OEA en la crisis venezolana. Empezó hace varios meses después de que Almagro se reunió a fines de 2015 con las esposas de tres figuras principales de oposición encarcelados en Venezuela, seguido por el envió de una carta expresando dudas sobre la organización de elecciones parlamentarias en diciembre, y finalmente la reunión con líderes antichavistas de la Asamblea Nacional.

El conflicto entre del gobierno y el jefe de la OEA ha llegado a incluir hasta insultos y acusaciones personales, con Maduro acusando a Almagro de ser un agente de la CIA y "un traidor desde hace tiempo" y el secretario general respondiendo, que Maduro se ha vuelto en "un dictadorzuelo más" que "traiciona" a su pueblo.

El gobierno de Barack Obama guardó silencio sobre la acción del secretario general de la OEA, y un vocero del Departamento de Estado solo reiteró el apoyo de Estados Unidos al diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición.

La carta democrática fue adoptada en 2001 para velar por el orden democrático en los países miembros, y puede ser invocada si un régimen democrático sufre un golpe de Estado, si el "orden democrático" ha sido interrumpido, o si el orden se encuentra seriamente dañado.

La última vez que fue invocada fue en el caso de Honduras a petición del entonces presidente Manuel Zelaya después del golpe de Estado contra su gobierno en 2009. Honduras fue suspendida de la OEA durante un periodo como resultado. La primera vez que fue invocada, irónicamente, fue en 2002 cuando el intento de golpe contra el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.

Vale recordar que la propuesta para una Carta Democrática interamericana fue primero presentada ante la Cumbre de las Américas en la ciudad de Quebec, donde los mandatarios del hemisferio tuvieron que sesionar bajo un inmenso operativo de seguridad cerca de nubes de gas lacrimógeno y represión contra decenas de miles de manifestantes altermundistas de todo el hemisferio que se concentraron en esa ciudad para condenar lo que consideraban un modelo neoliberal antidemocrático conformado de políticas económicas y sociales de libre comercio y libre mercado conocido como el "Consenso de Washington".

El gobierno de Chávez y sus aliados explícitamente declararon "enterrado" ese consenso al derrotar su estrategia de promover el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas.